Sigue estos consejos para reducir los eructos y los gases intestinales
Únete al canal de Whatsapp de WapaAunque los eructos o los gases (flatulencia) sean naturales y comunes, una cantidad excesiva de ellos, acompañada por hinchazón, dolor o distensión abdominal puede a veces interferir con las actividades cotidianas o provocar vergüenza.
Sin embargo, estos signos y síntomas generalmente no son consecuencia de una afección subyacente grave y suelen disminuir con algunos cambios simples en el estilo de vida.
Cuando los eructos y los gases interfieren con las actividades cotidianas algo podría andar mal.
Por ello, los médicos de Mayo Clinic no dicen cómo disminuir o evitar los gases y el dolor que producen, así como cuándo sería prudente consultar a un especialista.
1. Eructos: deshacerse del exceso de aire
Los eructos permiten al cuerpo expulsar el exceso de aire que hay en el tracto digestivo superior y, en su mayoría, son producto de tragar aire en cantidad excesiva. Sin embargo, ese aire casi nunca llega al estómago, sino que se acumula en el esófago.
Una persona puede tragar aire en exceso cuando come o bebe muy rápido, habla mientras come, mastica chicle o chupa caramelos duros, bebe gaseosas o si fuma.
Algunas personas tragan aire como un tic nervioso, incluso cuando no comen ni beben nada, situación conocida como aerofagia.
El reflujo de ácido estomacal o la enfermedad por reflujo gastroesofágico, a veces, pueden causar eructos excesivos porque promueven un aumento en la deglución.
Los eructos crónicos pueden relacionarse con una inflamación del revestimiento del estómago (gastritis) o con una infección por Helicobacter pylori, bacteria que ocasiona algunas úlceras estomacales. En estos casos, los eructos van acompañados de otros síntomas, como acidez estomacal o dolor abdominal.
Consejos para reducir los eructos:
- Comer y beber lentamente. Tomar tiempo para comer y beber puede ayudar a tragar menos aire. La hora de la comida deben ser un momento de relajación, porque comer estresado o al paso hace tragar más aire.
- Evitar las gaseosas y la cerveza. Estas liberan el gas llamado dióxido de carbono.
- Evitar la goma de mascar y los caramelos duros. Masticar chicle o chupar caramelos duros obliga a tragar con más frecuencia de lo normal y parte de lo que se traga es aire.
- No fumar. Con la inhalación del humo, también se inhala y traga aire.
- Revisar las dentaduras postizas. Las dentaduras postizas que no encajan bien pueden obligar a tragar más aire al comer o beber algo.
- Ponerse en movimiento. Dar un pequeño paseo después de comer puede ayudar.
- Tratar la acidez estomacal. Los antiácidos u otros remedios de venta libre pueden ayudar con la acidez estomacal leve y ocasional. En cambio, la enfermedad de reflujo gastroesofágico, ERGE, posiblemente requiera un medicamento con concentraciones de venta bajo receta u otro tratamiento.
2. Flatulencia: acumulación de gases en el intestino
La presencia de gases en el intestino delgado o en el colon, generalmente, es producto de la digestión o de la fermentación por parte de la flora intestinal de alimentos no digeridos, como la fibra vegetal o ciertos tipos de azúcar (carbohidratos). De igual manera, los gases también pueden producirse cuando el aparato digestivo no es capaz de descomponer completamente algunos alimentos, como el gluten o el azúcar de los productos lácteos o de la fruta.
Otras causas para los gases intestinales son:
-Restos de alimentos en el colon
- Un cambio en la flora del intestino delgado
- Mala absorción de los carbohidratos que puede alterar el equilibrio de las bacterias útiles del aparato digestivo.
- Estreñimiento, porque cuanto más tiempo permanecen los restos de los alimentos en el colon, más tiempo tienen para fermentar.
- Un trastorno digestivo, como la enfermedad celíaca y la intolerancia a la lactosa o a la fructosa.
Consejos para evitar el exceso de gases:
- Eliminar ciertos alimentos. Los alimentos que comúnmente producen gases son, entre otros, los frijoles, los guisantes (arvejas, chícharos), las lentejas, el repollo, la cebolla, el brócoli, la coliflor, los alimentos integrales, los champiñones, ciertas frutas, la cerveza y las gaseosas. Intenta eliminar un alimento a la vez para ver si la situación mejora.
- Leer las etiquetas. Cuando los productos lácteos parecen ser un problema, posiblemente haya cierto grado de intolerancia a la lactosa. Presta atención a lo que comes y prueba con productos que tengan bajo contenido de lactosa o que sean deslactosados.
Algunos carbohidratos indigeribles que están presentes en los alimentos sin azúcar, como el sorbitol, el manitol y el xilitol, también pueden aumentar la cantidad de gases.
- Consumir menos alimentos grasos. Las grasas retrasan la digestión y, por lo tanto, aumentan el tiempo de fermentación de los alimentos.
-Reducir temporalmente el consumo de alimentos con mucha fibra. La fibra aporta varios beneficios, pero muchos alimentos con alto contenido de fibra también aumentan la cantidad de gases. Incorpóralos nuevamente en tu alimentación, después de un tiempo.