Cinco señales de alarma que evidencian problemas con el sistema inmunológico

Los resfríos suelen ser comunes durante el cambio de estación, sobre todo en niños pequeños ya que su sistema inmunológico se va fortaleciendo a medida que crecen. Sin embargo, esto no discrimina a los adultos, dado que también pueden mostrar aflicciones frecuentes de este tipo. 

La Dra. Guisela Alva, especialista en alergia e inmunología de Clínica San Felipe, apunta cinco posibles signos de alarma que las personas deben tener en cuenta antes de acudir al médico, en especial los padres sí ven que sus niños los presentan:

Sobre todo, otitis o sinusitis. También si presenta neumonía.

Podrían aparecer aftas bucales de manera persistente o infecciones por hongos en piel.

Si para curarse se necesita antibióticos más potentes, prolongados y hasta endovenosos.

Tales como asma o dermatitis atópica, que no han logrado mantenerse controladas pese a seguir un tratamiento médico.

Si en la familia hay casos de niños muy enfermizos o fallecidos a temprana edad.

Existen enfermedades denominadas inmunodeficiencias primarias, que se producen por una mutación de los genes que codifican a las células y por proteínas del sistema inmunitario. Estas pueden presentarse como infecciones comunes pero frecuentes, o de forma severa y/o inusual (neoplasias, alergias en piel, alimentarias o asma) así como problemas autoinmunitarios (lupus, artritis).

Sin embargo, la especialista resaltó que, al tratarse de un problema genético, puede aparecer en cualquier momento de la vida, desde recién nacidos hasta adultos mayores.

Para reconocer tempranamente estos trastornos, es recomendable proveer a su médico toda la información familiar necesaria al momento de hacer la historia clínica, así como el detalle de procesos infecciosos, alergias en piel, de las vías respiratorias o alimentarias, procesos de fiebre o dolor abdominal sin causa e inflamación de articulaciones.

La doctora Guisela Alva también recomienda mejorar la alimentación desde niños: “Hay que retomar las rutinas de ir al mercado, consumir productos orgánicos y evitar el consumo de tantos productos transgénicos que encontramos en el supermercado. A veces elegimos la opción más fácil, pero en realidad terminamos haciendo daño a nuestro organismo”, finalizó.