La desgarradora carta de la nieta de Mario Vargas Llosa que le dedico tras su partida

En medio del luto por la partida de Mario Vargas Llosa, su nieta Josefina ha emocionado a miles de personas con una carta profundamente íntima y desgarradora que publicó en su cuenta de Instagram. En el texto, la joven no solo expresa su dolor por la pérdida del Nobel de Literatura, sino que también celebra el legado personal que él dejó en su familia.

Con palabras que nacen desde lo más hondo de su alma, Josefina describe al escritor como un segundo padre, un guía constante durante las tres décadas que compartieron. “Gracias por estar siempre presente en todos los momentos importantes, por tu cariño, tu generosidad y tus lecciones de vida”, escribió conmovida.

Recordó con ternura sus conversaciones alrededor de la mesa, los viajes compartidos, las risas y la complicidad única que los unía. La carta se ha viralizado rápidamente por su honestidad y emotividad, tocando el corazón de quienes también han perdido a un ser querido.

Josefina también rindió homenaje al hombre detrás del escritor: el esposo, el padre, el abuelo. Mencionó con admiración la historia de amor que compartió con Patricia Llosa durante más de seis décadas, así como los sueños que Vargas Llosa logró cumplir escribiendo cada día de su vida.

“Trajiste un inmenso orgullo a tu amado país al ser el primer peruano en ganar el Premio Nobel”, recordó con emoción, subrayando que la figura de su abuelo trascendió fronteras y generaciones, pero sin dejar de ser un pilar cálido y humano dentro del núcleo familiar.

La parte más conmovedora de la carta llega al final, cuando Josefina le promete a su abuelo que su familia seguirá unida, cuidando de Patricia y de todos los que lo amaron. “Ya puedes descansar en paz... tus nietos nos quedamos para cuidar de ellos. Te lo prometo”, escribió, en una frase que ha sido compartida miles de veces por su fuerza emocional.

Con un cierre lleno de gratitud, la joven recordó la valentía con la que Vargas Llosa enfrentó su enfermedad en sus últimos años. “Me consuela saber que las leyendas nunca mueren”, concluyó. Y es que, para ella y para todo un país, Mario Vargas Llosa no se ha ido del todo: vivirá eternamente en sus libros, y sobre todo, en el corazón de los suyos.