¡Increíble pero real! Este hombre lleva 56 años encerrado por FOBIA a las mujeres

En Ruanda, un pequeño país de África, se esconde una de las historias más insólitas y perturbadoras que ha dado la vuelta al mundo. Callixte Nzamwita, un hombre de 72 años, ha pasado más de medio siglo encerrado en su casa por un motivo que pocos podrían imaginar: su miedo extremo a las mujeres.

Su caso fue expuesto recientemente por Afrimax TV, dejando en evidencia un grave problema de salud mental poco conocido, pero que ha marcado su vida para siempre.

Todo comenzó cuando Callixte tenía solo 16 años. Desde entonces, desarrolló un temor descontrolado hacia cualquier contacto con mujeres. Este pánico lo llevó a tomar una drástica decisión: levantar una cerca alrededor de su vivienda y aislarse por completo del mundo exterior.

"Puse esta valla para protegerme. No quiero que ninguna mujer se acerque a mí", confesó Callixte en una entrevista que ha dejado a millones de personas impactadas.

Aunque vive solo y alejado de todos, los vecinos de su comunidad rural no lo han abandonado. De hecho, ellos mismos se encargan de llevarle alimentos y víveres hasta las inmediaciones de su hogar.

Eso sí, respetan al máximo sus reglas: las mujeres dejan la comida y se retiran rápidamente antes de que Callixte salga a recogerla. “Él no quiere ver mujeres, así que siempre tenemos mucho cuidado”, explicó uno de sus vecinos.

Los especialistas señalan que el caso de Callixte estaría relacionado con un trastorno psicológico conocido como ginofobia, un miedo irracional y desproporcionado hacia las mujeres.

Aunque es un trastorno poco frecuente, puede llegar a aislar por completo a las personas que lo sufren, como ocurrió en este caso que ha generado asombro en todo el mundo y ha reabierto el debate sobre la salud mental en las zonas rurales más alejadas.

El testimonio de Callixte Nzamwita no solo ha generado sorpresa por lo insólito de su situación, sino que también ha despertado una importante reflexión sobre la falta de acceso a la salud mental en muchas partes del mundo.

Mientras tanto, él sigue atrapado en su pequeño mundo, protegido por muros que él mismo levantó, pero encerrado por un miedo que lo ha condenado al aislamiento total por más de 56 años.