¡Adiós MESA REDONDA! Estado toma radical decisión sobre el fin de zona comercial más querida por los limeños

Decenas de comerciantes de Mesa Redonda han tomado las calles de Lima en protesta frente al Congreso, manifestando su rechazo a la reciente Ley 31980. A diferencia de las demandas presentadas en el último paro nacional, esta vez la consigna es clara: proteger el emporio comercial de Mesa Redonda que, según los comerciantes, está en riesgo debido a las nuevas regulaciones impuestas por la mencionada ley.

La Ley 31980 fue promulgada con el objetivo de crear un régimen especial para el Centro Histórico de Lima, buscando la protección de su patrimonio cultural. Entre sus disposiciones se establece la "regulación y fiscalización posterior de las autorizaciones y licencias en materia de edificaciones, licencias de funcionamiento para establecimientos de cualquier índole, así como de las autorizaciones para la colocación de publicidad exterior y actividades de carácter temporal en la vía pública". Esto incluye a la zona de Mesa Redonda, donde decenas de comerciantes afirman que la ley afecta directamente sus actividades comerciales.

Los gremios de trabajadores de las galerías y centros comerciales de Mesa Redonda consideran que la Ley 31980 otorga "poder absoluto a la Municipalidad Metropolitana de Lima" y limita las actividades comerciales en la zona, reduciendo los más de 600 rubros de negocios a solo cuatro: artesanía, alimentos, librerías y hoteles. Según un comunicado de los comerciantes, esta restricción representaría una amenaza para la diversidad de productos y servicios que actualmente ofrecen en el emporio.

Desde la publicación de la Ley 31980 el 17 de enero de 2024, los comerciantes han expresado su preocupación por los cambios que la norma podría traer a partir de enero de 2025, cuando la Municipalidad de Lima deba presentar un plan integral de recuperación del Centro Histórico. Esto implicaría un nuevo modelo de desarrollo urbano y cultural que, si bien busca mejorar las condiciones de habitabilidad, también podría limitar la renovación de licencias comerciales y la continuidad de ciertos negocios en la zona.

El conglomerado de Mesa Redonda es conocido por ser un importante núcleo comercial en Lima, especialmente durante las campañas de Navidad, Año Nuevo, Halloween, y Fiestas Patrias. Los comerciantes temen que la implementación de la Ley 31980 afecte drásticamente sus ventas, ya que muchas licencias podrían no ser renovadas bajo el nuevo régimen.

Roberto Díaz, presidente de la Asociación de Importadores Medianos (Aimpe), advirtió en una entrevista para RPP que, si no se modifica la ley, "este sería el último Halloween de los comerciantes", pues la normativa podría impedir que continúen operando el próximo año. Esto implicaría una gran pérdida para miles de familias que dependen de estas campañas para generar ingresos.

El gobierno sostiene que la Ley 31980 busca "garantizar la adecuada implementación del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima vigente", lo que implicaría la promoción de un desarrollo cultural y turístico sostenible. Según la ley, se promoverá la regeneración social y económica del Centro Histórico a través de actividades que contribuyan a la preservación del patrimonio cultural y la recuperación de técnicas tradicionales. Sin embargo, para los comerciantes de Mesa Redonda, estas medidas significan una amenaza a la estabilidad de sus negocios y la pérdida de miles de empleos formales.

Román Nazario, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Mesa Redonda, señaló que "se están restringiendo más de 18 tipos de actividades comerciales", y que esta situación podría afectar al 90% de las licencias formales actualmente vigentes en la zona. Esto generaría un impacto directo en la economía de los comerciantes, quienes continúan exigiendo modificaciones a la ley para garantizar la continuidad de sus negocios.

La protesta de los comerciantes de Mesa Redonda frente al Congreso es un reflejo de la tensión que se vive en torno a la implementación de la Ley 31980. Mientras las autoridades buscan proteger el patrimonio del Centro Histórico de Lima, los comerciantes temen que esto se traduzca en la desaparición de su emporio comercial, afectando a miles de familias que dependen de estas actividades para su sustento diario. La batalla por una modificación a la ley continúa, y el futuro de uno de los centros comerciales más importantes de Lima sigue en el aire.