Saluda al sol cada día y conecta con tu energía interior

Imagina que despiertas por la mañana y estás abierta a todo los que está por venir. Una sensación en la que cabe el mundo y todos sus escenarios posibles.

Esta sensación se refleja en la del saludo al sol, en la que percibes como su energía ayude a que fluya la tuya. Como si estuvieras saludando a una fuente de energía de tu interior, que tiene guardada para ti el brillo y la fuerza del sol.

Primero tendrías que trabajar una continua rutina para sentir como logras conectar con esa energía.

Para esto se recomienda la práctica de yoga por las mañanas con el pensamiento de reconocimiento de nuestra vitalidad y ese poder interior para afrontar retos con una mente lúcida.

El sol nos inspira por su naturaleza de generosidad; brilla para todos. La práctica de la generosidad despierta nuestro corazón y aviva nuestra salud.

Si deseas llevar a la práctica la naturaleza del sol y despertar como él, prepárate a brillar y a ofrecer tu luz a los demás.

Al gozar de una conexión profunda con tu interior esa generosidad no se siente como un sacrificio; no hay sentimiento de pérdida porque tu energía interna, al ser un reflejo de la externa se hace ilimitada.

1. De pie con los pies juntos a la anchura de las caderas, estira bien las rodillas

2. Inspira y alza los brazos por los costados, estíralos por encima de tu cabeza.

Mantén las palmas de las manos mirándose entre sí. Estira la espalda y esconde el abdomen. Exhala pausadamente.

3. Al mismo tiempo que estiras el abdomen, la musculatura intercostal y los pectorales, respira profundamente abriendo la caja torácica. De esta forma también se abrirá la mente.

4. Activa la fuerza muscular de piernas y pelvis para sentir la longitud de tu columna mientras respiras profundamente.

Ahora podrás hacer con simples ejercicios o movimientos una práctica saludable de yoga que hará que a primera hora de tu día puedas conectar con tu interior a través del reflejo de la naturaleza del sol.

Recuerda que no solo se trata de repetir movimientos, sino de interiorizar en ellos y hacer que nuestro exterior refleje esa característica generosa del sol para una energía ilimitada y un aumento de bienestar.