Estos 5 hábitos que haces sin darte cuenta podrían estar torciendo tus dientes

Tener una sonrisa bonita no solo depende de genética o buena higiene. Existen pequeños hábitos que muchas personas repiten a diario sin saberlo y que con el tiempo pueden deformar la posición de sus dientes.

Según expertos de la Cleveland Clinic, estos comportamientos, aunque parecen inofensivos, pueden afectar la mordida, provocar dolores en la mandíbula y aumentar el riesgo de caries o problemas en las encías.

Por eso, identificar a tiempo estos malos hábitos es clave para mantener una dentadura sana y alineada.

Aunque la herencia juega un papel importante como tener dientes grandes y poco espacio en la mandíbula no todo depende de la genética. Hay costumbres que ejercen presión sobre los dientes y hacen que se desplacen poco a poco, generando lo que los especialistas llaman maloclusión: cuando los dientes no encajan bien al morder.

Esto no solo afecta la estética, sino también la salud bucal y la calidad de vida.

Este hábito, muy común en niños pequeños, puede empujar los dientes hacia adelante y deformar el paladar si se prolonga más allá de los 3 años.

Morder cosas duras ejerce fuerza extra en los dientes, lo que podría debilitarlos, desgastarlos o moverlos de su lugar.

Este gesto, a veces inconsciente al hablar o tragar, puede separar los dientes y afectar su posición.

Cuando respiramos por la boca de forma habitual, los dientes pierden el apoyo de los labios, lo que facilita que se inclinen hacia afuera o se desalineen.

Dormir boca abajo o con la cara presionada en la almohada puede generar presión sobre los dientes y afectar la mordida con el tiempo, sobre todo en niños y adolescentes.

La mejor recomendación es acudir a un especialista. Los ortodoncistas cuentan con diversos tratamientos para corregir la posición de los dientes:

Además, eliminar estos hábitos a tiempo ayuda a prevenir mayores complicaciones y a conservar una sonrisa saludable y funcional.