El Dr. Mario García revela datos curiosos sobre las radiografías dentales y su impacto en la salud bucal
Únete al canal de Whatsapp de WapaLas radiografías dentales son una herramienta esencial en la odontología, pero pocas personas conocen los detalles más curiosos sobre su uso y beneficios. Para despejar dudas y compartir información interesante sobre este procedimiento, el Dr. Mario García, especialista en odontología y director de Dental Fitness, explica algunos datos sorprendentes sobre cómo estas imágenes han revolucionado el diagnóstico y la prevención en el cuidado de la salud bucal.
Uno de los aspectos más llamativos es que las radiografías dentales utilizan una cantidad mínima de radiación. A menudo, los pacientes se preocupan por la exposición, pero, según el Dr. García, una radiografía dental emite menos radiación que un viaje en avión de dos horas. “Muchas personas no lo saben, pero el cuerpo humano está expuesto a radiación natural todos los días. Una radiografía dental equivale a la cantidad de radiación que recibimos al pasar unas horas bajo el sol o usar dispositivos electrónicos”, señala.
Otro dato interesante es que las radiografías dentales han existido por más de un siglo. Fueron descubiertas accidentalmente en 1895 por el físico Wilhelm Röntgen, y apenas un año después, en 1896, ya se estaban utilizando en odontología. “Desde entonces, la tecnología ha avanzado enormemente, pasando de las tradicionales placas de película a las imágenes digitales que utilizamos hoy, las cuales reducen hasta un 90% la exposición a la radiación y permiten un diagnóstico más preciso”, explica el Dr. García.
Las radiografías no solo sirven para detectar caries o problemas en las encías. También pueden revelar condiciones inesperadas, como dientes supernumerarios (dientes extra que no erupcionan), quistes, tumores y hasta calcificaciones en arterias del cuello, lo que en algunos casos ha permitido diagnosticar enfermedades cardiovasculares en etapas tempranas. “Hemos tenido casos en los que, gracias a una radiografía dental, se han detectado problemas médicos más allá de la boca, lo que demuestra la importancia de este procedimiento no solo para la odontología, sino para la salud en general”, comenta el especialista.
Otro hecho sorprendente es que las radiografías pueden revelar el historial dental de una persona de manera detallada. Cada dentadura es única, al igual que una huella dactilar, y por esta razón, las radiografías dentales han sido utilizadas en investigaciones forenses para identificar personas. “En odontología forense, se comparan radiografías previas de un paciente con registros obtenidos post mortem para confirmar identidades, algo que ha sido clave en numerosas investigaciones a nivel mundial”, explica el Dr. Mario García.
Además de su uso en el diagnóstico y la medicina forense, las radiografías también han desempeñado un papel importante en la evolución de la ortodoncia. Gracias a ellas, los ortodoncistas pueden evaluar el crecimiento óseo, la alineación de los dientes y la necesidad de tratamientos correctivos con una precisión que antes no era posible. “Sin radiografías, la planificación de ortodoncia sería casi un proceso de ensayo y error. Hoy en día, podemos prever cómo se moverán los dientes a lo largo del tratamiento, optimizando los resultados y reduciendo el tiempo que los pacientes necesitan usar brackets o alineadores”, detalla el doctor Mario García.
Por último, aunque muchos creen que las radiografías son necesarias solo cuando hay dolor o un problema evidente, la realidad es que forman parte fundamental de la prevención. “Un gran número de enfermedades bucales no presentan síntomas en sus etapas iniciales. Con las radiografías, podemos detectar problemas antes de que el paciente experimente molestias, lo que permite tratar afecciones como caries profundas o infecciones antes de que se agraven”, concluye el Dr. García.
Las radiografías dentales han cambiado la forma en que los odontólogos diagnostican y tratan a sus pacientes. Con tecnología cada vez más avanzada y segura, este procedimiento sigue siendo una de las herramientas más valiosas en la odontología moderna, no solo para tratar enfermedades, sino para prevenirlas y mejorar la calidad de vida de las personas.