Túnez: mujer pensó tener infección urinaria, pero encontraron un vidrio en su vejiga
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La mujer reveló que el vaso lo usó después de una práctica sexual y lo dejó en su cuerpo
En Túnez, los médicos de un hospital quedaron sorprendidos, luego de encontrar un objeto raro en el cuerpo de una mujer, que llegó de emergencia.
Supuestamente, la atención médica se iba a dar por una infección urinaria. Luego de varios estudios, los doctores del Hospital Académico Habib Bourguiba llegó a la conclusión que la paciente tenía un vaso de vidrio dentro de su vejiga, por más de cuatro años, según informó el propio New York Times.
En dicho tiempo, el vaso fue cubierto por un cálculo vesical de 8 cm de ancho, que se formó tras insertarse el objeto en la uretra.
La mujer reveló que el vaso lo usó después de una práctica sexual y lo dejó en su cuerpo. La publicación del caso se hizo en la revista médica Science Direct. Dicho medio manifestó que “es una arriesgada práctica que se da para aumentar el placer y la excitación sexual”.
Agregó: “Las motivaciones más frecuentemente asociadas con la presencia de cuerpos extraños dentro de la vejiga son de naturaleza sexual o erótica”.
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Los médicos que han tenido en sus manos similares informes no lo recomiendan, ya sea por problemas de salud o placer. “Se han insertado varios objetos en la vejiga y muchos pacientes no los quitan por sí mismos y tienen mucha vergüenza de buscar atención médica, lo que es el origen de un cuadro clínico, la mayoría de las veces atípico, que se presenta en un terreno particular del paciente”, señaló.
La paciente se quejó de síntomas de infección urinaria y en los primeros análisis no arrojó nada similar. Sin embargo, lo que llamó la atención fue la elevada cantidad de globulos rojos. Por eso, los médicos descubrieron que tenía cálculos en la vejiga, que indicó lucha contra la infección.
La mujer estuvo dos días en el hospital y luego regresó a casa. “Las formas complicadas son aquellas que se diagnostican de forma tardía ya menudo asociadas a infecciones urinarias de repetición, litiasis y/o fístulas. El mejor tratamiento sigue siendo preventivo equilibrando el trastorno etiopatogénico subyacente y mediante una buena educación sexual”, sostuvo.