10 bondades de la mandarina que te harán incluirla en tu dieta alimentaria

En cualquier época del año, la mandarina es uno de los frutos más consumidos, gracias a su dulce sabor, y a su contenido nutricional que beneficia al organismo.

Este fruto cítrico, tiene un sabor dulce, con un grado mínimo de acidez y una suave pulpa. Además, son fáciles de pelar y de comer que se han convertido en una de las frutas predilectas de la mayoría, sobre todo en verano. Esta fruta también es utilizada en tratamientos de belleza, debido a las propiedades que ayudan a combatir el envejecimiento.

Este cítrico es rico en vitaminas C, B1, B2 y B6, flavonoides, betacaroteno y aceites esenciales. También contiene potasio, calcio y magnesio así como hierro, zinc, fibra y fósforo.

En las membranas e hilos blancos de los gajos se concentran grandes cantidades de fibra y hesperidina. En la cocina, además de los gajos, se pueden aprovechar la cáscara, el jugo e incluso las hojas en infusión, ya que se puede rallar la cáscara de la mandarina ecológica sobre una ensalada o postres.

La mandarina es un fruto que ayuda en la producción de colágeno y disminuye imperfecciones, gracias a sus vitaminas A y C, esto lo convierte en una gran opción natural para regenerar la piel y atenuar las arrugas.

Cabe mencionar, que cuando se aplica cualquier producto cítrico en la piel, no se debe exponer ante el sol, ya que esto producirá manchas irreversibles, está mascarilla será muy fácil y económica de preparar.

Mascarilla de mandarina

Ingredientes:

¼ taza de leche caliente

1 cuchara de levadura 

1 rebanada de pan

Una mandarina

Preparación:

En un recipiente extrae el zumo de la mandarina, luego viértelo en un tazón junto a la leche, añade el pan en trozos pequeños y por último incorpora la levadura, mezclar hasta que se forme una pasta homogénea.

Modo de uso: 

Primero lava muy bien tu rostro, después aplica el tratamiento directamente sobre la dermis con suaves masajes circulares, dejar actuar por 20 minutos, pasado este tiempo retira la mascarilla con abundante agua fría. Se recomienda utilizar 2 veces a la semana. 

Antes de usar cualquier producto en la piel es muy importante consultar a tu dermatólogo.

Las diversas variedades de mandarina se dividen de la siguiente forma:

Clementinas: de color naranja intenso, forma esférica aplanada, suelen carecer de semillas, se pelan con facilidad y tienen muy buen sabor.

Híbridos: color naranja rojizo atractivo, la pulpa contiene bastante jugo, en este caso la corteza está muy adherida a la pulpa.

Satsuma: es originaria de Japón, de color amarillo naranja, la corteza es gruesa y rugosa, y la pulpa tiene un sabor más suave.

Además de su delicioso sabor, la mandarina es rica en vitaminas y minerales, así como en fitoquímicos. Por su alto contenido en agua es baja en calorías.

Contiene menos vitamina C que la naranja, pero no deja de ser una buena fuente de esta vitamina que sirve como antioxidante y para la salud de nuestros tejidos, incluyendo nuestra piel y el aparato respiratorio. Además contiene vitamina A que funciona como antioxidante.

Este fruto es fuente de ácido fólico, vitamina fundamental durante el embarazo. La vitamina C también mejora la absorción de hierro, necesaria en este periodo por lo que se recomienda combinarla o consumirla al mismo tiempo que alimentos ricos en hierro como carne roja y hojas verdes.

Las bondades generales de la mandarina le brindan una capacidad anticancerígena importante; sin embargo, es importante mencionar que uno de sus componentes se contraindica cuando la persona ya padece cáncer y recibe tratamiento con un medicamento llamado tamoxifen.

Si se consume más de una es buena fuente de calcio, necesario para la salud de los huesos. Por su contenido de fibra y agua generan una sensación de saciedad, además de ser de fácil digestión, por lo que funciona bien como colación entre comidas.