Mujer estalla en llanto EN VIVO al enterarse de la muerte del papa Francisco: "No lo puedo creer"
Únete al canal de Whatsapp de WapaEn pleno centro de Lima, una escena de fe y dolor conmovió a los presentes. Una mujer, al llegar como cada mañana a la Iglesia San Francisco, rompió en llanto al recibir una noticia inesperada: el papa Francisco había muerto.
Eran poco más de las ocho de la mañana cuando decenas de fieles se acercaban al histórico templo ubicado en el corazón de la capital peruana. El bullicio del centro parecía detenerse ante la rutina espiritual de quienes encontraban en ese lugar su momento de recogimiento diario. Pero ese día no sería como los demás.
El anuncio que paralizó a los fieles
En medio de la calma habitual, la noticia comenzó a circular: el papa Francisco, líder de la Iglesia católica, había fallecido a los 88 años. Nadie lo esperaba. La reacción fue inmediata: murmullos, miradas incrédulas y un ambiente que se volvió más solemne.
Una madre de familia, vestida de blanco y con el rosario en mano, se detuvo justo frente a la entrada del templo. Una reportera le compartió la noticia en tiempo real. “¿Qué? ¿Se fue el padre? Ay Dios mío, no puedo creer…”, dijo con la voz quebrada, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
“Parecía que se había recuperado”: la reacción que rompió corazones
La mujer, aún conmocionada, recordó los reportes recientes sobre una leve mejoría en la salud del pontífice. “Hace poco lo vimos en televisión y parecía más fuerte. Todos estábamos contentos… y ahora esto. Nos duele el alma”, expresó antes de ingresar al templo para orar.
La escena no pasó desapercibida. Otros fieles, al escucharla, se unieron en una oración espontánea por el alma del papa argentino, quien por más de una década fue símbolo de humildad, cercanía y amor al prójimo.
El adiós a un papa que tocó millones de corazones
La noticia fue confirmada oficialmente esa mañana por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano: “Con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 a.m., regresó a la casa del Padre”.
El impacto de su muerte trascendió fronteras, pero fue en lugares como Lima, donde la fe se vive en cada rincón, donde el dolor se sintió de forma más íntima. Una mujer anónima, sorprendida frente a una iglesia colonial, se convirtió sin quererlo en el reflejo de millones de católicos en el mundo: conmocionados, agradecidos y profundamente dolidos.