La megaconstrucción de América Latina que China usaría para amenazar a EE.UU.

China ha incrementado su presencia en América Latina en los últimos años, y su más reciente megaconstrucción marítima ha generado polémica a nivel internacional. A través de la construcción del Megapuerto de Chancay en Perú, China busca consolidar su influencia en la región. Sin embargo, recientes informes sugieren que el propósito de esta megaobra podría ir más allá del comercio, apuntando a un posible uso militar en el marco de las tensiones entre China y Estados Unidos.

En este artículo, te contamos los detalles sobre el Megapuerto de Chancay, las acusaciones de un posible conflicto geopolítico y las reacciones de la comunidad local.

El Megapuerto de Chancay es uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos en América Latina, financiado principalmente por capital chino a través de la empresa Cosco Shipping Ports. Esta infraestructura se está construyendo en la costa central de Perú, en el distrito de Chancay, al norte de Lima, y tiene como objetivo convertirse en uno de los principales puntos de conexión marítima entre Asia y América Latina.

El puerto tendrá la capacidad de manejar hasta 1.5 millones de TEU (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies) en su primera fase, lo que lo convierte en un hub estratégico para el comercio entre ambas regiones. Entre las principales obras de construcción se incluyen:

Con estas características, el Megapuerto de Chancay promete revolucionar el transporte de mercancías en el Pacífico sudamericano y potenciar las relaciones comerciales entre China y los países latinoamericanos.

Pese a sus promesas de desarrollo, el Megapuerto de Chancay ha sido objeto de controversias, especialmente luego de que el medio británico The Telegraph publicara un informe que sugiere que la construcción podría tener fines militares. Según el medio, el puerto podría involucrar a Perú en un eventual conflicto geopolítico entre China y Estados Unidos.

El informe advierte que, aunque oficialmente el puerto está destinado a fines comerciales, China podría usarlo como una base naval estratégica en el Pacífico. Esta especulación ha generado preocupación, ya que, de ser cierta, el puerto podría servir para proyectar el poder militar chino en la región, incluso en un hipotético enfrentamiento con Estados Unidos.

La construcción del Megapuerto de Chancay ha generado molestias entre los residentes locales, especialmente en la comunidad pesquera. Según el informe de The Telegraph, las explosiones para ganar terreno al mar han afectado las actividades pesqueras, una fuente económica crucial para los habitantes de la zona. La interrupción de estas actividades ha causado malestar y descontento entre los residentes de Chancay, quienes ven con preocupación el impacto medioambiental y social de la obra.

Una de las mayores preocupaciones que plantea el Megapuerto de Chancay es su posible uso como enclave militar de China. El proyecto forma parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de Xi Jinping, un programa global de infraestructura que, según la legislación china, debe estar preparado para servir también al Ejército Popular de Liberación en caso de necesidad.

El informe cita a Evan Ellis, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos del US Army War College, quien advierte que el puerto podría usarse para apoyar operaciones militares chinas en la región, particularmente contra la costa oeste de Estados Unidos.

Por su parte, Danny Russel, vicepresidente del Asia Pacific Policy Institute, indicó que esta obra podría formar parte de la estrategia de China para expandir discretamente su capacidad militar en el extranjero, bajo el enfoque de "primero civil, después militar". Según Russel, esta estrategia permite a China crear infraestructuras civiles que eventualmente podrían tener aplicaciones militares.

El Megapuerto de Chancay se ha convertido en un símbolo de la creciente influencia china en América Latina. Desde una perspectiva económica, el puerto será fundamental para el comercio entre China y la región, pero a nivel geopolítico, genera incertidumbre y preocupación en el contexto de las tensiones entre las dos principales potencias mundiales: China y Estados Unidos.

La posibilidad de que el puerto se convierta en una base naval de China ha encendido las alarmas en Washington, que ve con recelo la expansión de la influencia china en el hemisferio occidental. Esta situación podría escalar las tensiones entre ambos países y generar una mayor competencia por el control y la influencia en América Latina.