Lujoso hotel en MIRAFLORES de 21 pisos y 108 metros de alto se está construyendo, pese a estar en zona intangible

La expansión inmobiliaria en Lima ha alcanzado niveles nunca antes vistos, con proyectos de lujo que buscan elevar el atractivo turístico y económico de la ciudad. Sin embargo, no todos estos proyectos están exentos de controversia. En pleno Miraflores, sobre el acantilado de la Costa Verde, se desarrolla un polémico proyecto hotelero que ha despertado un intenso debate sobre la regulación urbana y la seguridad en esta emblemática área de Lima. ¿Qué tiene de especial este proyecto y por qué ha generado tanta controversia?

El proyecto en cuestión pertenece a la prestigiosa cadena de hoteles de lujo Ritz-Carlton, operada por la multinacional estadounidense The Ritz-Carlton Hotel Company. La construcción se está llevando a cabo en una zona catalogada como intangible, donde las normativas locales prohíben estrictamente la edificación de inmuebles debido a los riesgos geológicos que caracterizan la Costa Verde.

Este proyecto ambicioso, gestionado por Arica Inversiones S. A. C., busca emplazar un hotel de lujo en la exclusiva zona de Miraflores, con el fin de atraer a turistas de alto perfil. La empresa fijó su mirada en Lima en 2017 y desde entonces ha trabajado en este desarrollo, que ha generado un acalorado debate sobre la permisividad de la Municipalidad y los posibles riesgos a futuro.

El Ritz-Carlton en Miraflores no es un proyecto cualquiera. Su diseño imponente busca destacar en el skyline limeño, y según la Resolución de Licencia de Edificación N.º 0143-2020-SGLEP-GAC/MM, sus características lo colocan como uno de los desarrollos más ambiciosos de la ciudad. Entre sus especificaciones más relevantes se incluyen:

Ubicado en los números 235, 245 y 249 del Malecón de la Reserva, en la urbanización Revet, el hotel promete lujo y exclusividad a una clientela de alto nivel. No obstante, su ubicación es lo que ha generado preocupaciones tanto en términos legales como geológicos.

Uno de los principales problemas que enfrenta la construcción del Hotel Ritz-Carlton es su ubicación geológica. La Costa Verde, especialmente los acantilados de Miraflores, ha sido objeto de varios estudios geológicos que alertan sobre los peligros inherentes a este terreno.

Según el informe "Evaluación geofísica de los acantilados de la Costa Verde", elaborado por el Instituto Geológico del Perú, los suelos en esta área presentan un alto grado de humedad a una profundidad de hasta 40 metros, así como la presencia de grietas de hasta 2 metros de profundidad. Este tipo de suelos incrementa el riesgo de deslizamientos y pone en duda la seguridad estructural del edificio, especialmente si se considera la altura y el peso del hotel.

La polémica no solo se centra en los riesgos geológicos. El permiso de construcción otorgado al proyecto ha sido objeto de fuertes críticas. Las Ordenanzas N.º 2184 y N.º 1414 de la Municipalidad de Lima establecen la intangibilidad de los acantilados que forman parte del corredor ribereño de la Costa Verde, prohibiendo cualquier tipo de construcción en esta zona. Sin embargo, Arica Inversiones S. A. C. obtuvo su permiso de construcción mediante la Resolución N.º 0143-2020-SGLEP-GAC/MM emitida por la Municipalidad de Miraflores durante la administración del anterior alcalde Luis Molina.

Este hecho ha generado sospechas de posibles irregularidades en la gestión del proyecto y en la emisión de la licencia, desatando una controversia que ha involucrado a activistas, vecinos, geólogos y autoridades locales. Muchos se preguntan cómo es posible que un proyecto de tal magnitud haya recibido luz verde en una zona con claras restricciones de construcción.

La construcción del Ritz-Carlton no solo plantea un riesgo geológico, sino también un potencial impacto ambiental en una de las áreas más visitadas por limeños y turistas. Los acantilados de la Costa Verde son un patrimonio natural de la ciudad, y cualquier intervención en esta zona puede tener consecuencias no solo para los residentes cercanos, sino para la seguridad pública en general.

En caso de deslizamientos o derrumbes, no solo el hotel podría verse afectado, sino también las áreas adyacentes del acantilado, lo que pondría en peligro a las personas que transitan por la zona o que utilizan la vía costera.