Y no es Bolivia: ¿cuál es el otro país de América del Sur que no tiene salida al mar?

¿Quieres saber cuál es el otro país sin salida al mar en América del Sur? Así es Wapa, Bolivia no es el único país en Sudamérica que no cuenta con salida al litoral, siendo considerado como un 'Estado sin Litoral'. Al mismo estilo que el país vecino del Perú, el territorio estaría enfrentando diversos obstáculos en sectores de su economía por asuntos de mediterránea. En Wapa te revelamos el dato más buscado por los cibernautas.

Bolivia no es el único país en América del Sur que enfrenta una histórica desventaja geográfica por su falta de salida al mar, ello porque existe otro territorio que se encuentra en las mismas condiciones.

En Sudamérica existen dos países en desarrollo que no cuentan con salida al mar, siendo un aspecto que muchos peruanos desconocían. Así es, Bolivia no es el único territorio considerado como un "Estado sin litoral", ello porque desde hace muchos años los antiplánicos le reclamaron a Chile una salida por sus costas de manera directa e independiente.

Se trata de Paraguay, un territorio que se convirtió en uno de los países que perdió el beneficio de su salida al mar desde antes de fundarse oficialmente. En ese sentido, se debe señalar que el Estado se ve desafiado por obstáculos geográficos que impactan su desarrollo económico y comercial. No obstante, el país cuenta con dos imponentes ríos, el Paraná y el Paraguay, cuya confluencia no solo define su paisaje, sino que también ofrece una vía estratégica para superar dicha limitación.

La unión de estos cauces forma parte de la extensa red hidrográfica que integra la Cuenca del Plata, proporcionando a Paraguay un acceso vital al Océano Atlántico. A pesar de las dificultades, la nación guaraní ha logrado capitalizar estos recursos hídricos para consolidar una conexión marítima.

¿Quieres saber cuáles son las desventajas? La carencia de una salida al mar en Paraguay se traduce en una serie de desafíos que afectan directamente su capacidad de comercialización. Los elevados costos del transporte activo se erigen como una barrera significativa, ya que la distancia para llegar a los puertos marítimos implica mayores gastos logísticos.

La falta de acceso directo al mar también conlleva limitaciones en la productividad, ya que la necesidad de depender en gran medida del transporte terrestre y fluvial impone restricciones a la velocidad y cantidad de mercancías que pueden ser transportadas.