‘Chato Juan’ de ‘Los Injertos’ se adjudica la muerte de Paul Flores y envía escalofriante video del crimen

El trágico asesinato del cantante Paul Flores ha conmocionado al mundo de la cumbia, dejando un vacío en la industria musical y generando una fuerte indignación. Mientras las autoridades avanzan en las investigaciones, recientes revelaciones sugieren que el ataque pudo haber sido producto de una confusión entre agrupaciones musicales, cambiando por completo la dirección del caso.

Según información publicada por el diario Trome, apenas 15 minutos después del brutal ataque al bus de la orquesta Armonía 10 en Piura, un sujeto identificado como ‘Chato Juan’, presunto integrante de la banda criminal ‘Los Injertos del Cono Norte’, se atribuyó el atentado.

A través de un video escalofriante grabado tras el ataque al bus, se escuchó la voz de un presunto sicario, en el mismo lugar donde Paul Flores perdió la vida. Este material ha sido tomado como una pieza clave en la investigación.

Nuevas hipótesis han salido a la luz, sugiriendo que el ataque no estaba dirigido a Armonía 10, sino a otra conocida orquesta de cumbia. Durante los últimos dos años, la agrupación liderada por Walther Lozada Floriano ha recibido múltiples amenazas, lo que lleva a pensar que los sicarios pudieron haberse confundido de objetivo al perpetrar el crimen.

Este giro inesperado en la investigación plantea dudas sobre la planificación del ataque y deja en evidencia el nivel de violencia que rodea al mundo artístico en el país.

El líder de Armonía 10 fue víctima de amenazas por parte de un presunto extorsionador identificado como 'Chato Juan', supuesto integrante de la banda criminal ‘Los Injertos’. A través de mensajes filtrados, el delincuente advirtió que la agrupación no podría realizar presentaciones en Lima a menos que cumpliera con sus exigencias.

Uno de los mensajes decía:
"Ustedes rompieron el diálogo y estas son las consecuencias que pasan cuando uno no tiene palabra. Mira lo que acaba de pasar. No tocas en Lima si no te alineas. Aquí no jugamos, quieren sangre, la tendrán."

Además, el criminal se adjudicó un ataque previo al club campestre Chepita Royal, donde una granada fue lanzada por un motorizado, utilizando este acto como advertencia para que la agrupación obedezca sus condiciones.

Ante las amenazas y el peligro latente, la agrupación ha decidido no quedarse de brazos cruzados. Su abogado, Hugo Laurente, aclaró que antes del atentado en el que falleció Paul Flores, no habían recibido amenazas, lo que ha llevado a la policía a investigar si el ataque pudo haber sido una confusión con otra agrupación de nombre similar.

Este caso ha encendido las alarmas en la industria musical peruana, pues no es la primera vez que bandas delictivas intentan extorsionar a artistas. Por ello, Armonía 10, junto con otros músicos y representantes del gremio, exige medidas de seguridad más estrictas y acciones firmes por parte de las autoridades para evitar que la delincuencia siga afectando a la comunidad artística.