Congresista 'mochasueldo' llora y ruega a sus colegas que no la inhabiliten: "He sufrido mucho"

La congresista María Cordero Jon Tay sorprendió a los parlamentarios al escuchar sus ruegos con la voz entre cortada tras existir la posibilidad de que sea inhabilitada por 10 años de ejercer cargos públicos por haber infringido la Constitución.

"Colegas congresistas. En estos días, me he visto en la obligación de cumplir con mi descanso médico, cuestionado por algunos para poder afrontar de manera presencial un segundo proceso que busca nuevamente, queridos hermanos, una suspensión hacia mi persona", señaló.

"Ya me sancionaron y con la mayor sanción, 120 días. Cuatro meses estoy suspendida de mis funciones. Por los mismos hechos, pero esta vez, se busca desaforarme, suspenderme indefinidamente, vulnerando mis derechos fundamentales y el debido procedimiento", destacó.

Fue en este punto a donde María Cordero Jon Tay se le escuchó con mayor nitidez que estaba afligida por su situación contractual. Dentro de sus argumentos presentó que estaba muy afectada por todo lo sucedido.

"Represento a una región, he sido elegida democráticamente, pero también soy hija, hermana y familia (con la voz entrecortada). He sufrido todo este proceso, a pesar de todo esto, me hago presente", subrayó.

En ese sentido, práctiocamente le pidió a sus compañeros de labores que le brinden una segunda oportunidad. Cabe destacar que la legisladora fue denunciada constitucionalmente tras haberle "mochado" el sueldo a varios de sus trabajadores.

"Le pido a mis colegas un voto de conciencia porque la injusticia extrema no es derecho, no es humanitaria. Un voto de conciencia porque todos somos iguales ante el Señor. Como cualquier persona de este país, tengo derecho a la presunción de inocencia", concluyó.

Cabe destacar que, luego de haberse sometido su caso, el Congreso no logró llegar a los votos para inhabilitarla. Con 50 votos a favor, 6 en contra y 24 abstenciones, el Parlamento decidió blindar a la legisladora.

De acuerdo con una denuncia periodística de Punto Final, la congresista María Cordero fue acusada de realizar cobros irregulares a trabajadores de su despacho durante el año 2022.

En uno de los audios difundidos, la parlamentaria señaló que necesitaba "pagar préstamos", los cuales los había adquirido para solventar su campaña política que había emprendido para llegar al Congreso de la República.

Los depósitos, según la denuncia de los ex trabajadores de la congresistas, eran dirigidos hacia la cuenta de Braden Paredes Calla, quien labora en el área de Archivo del Congreso.