¿Por qué venezolanos amenazan a efectivos policiales en frontera entre Perú y Chile tras agudizarse la crisis migratoria?

Todos conocen que la migración venezolana es uno de los problemas que viene aquejando no solo al vecino país sino a toda Sudamérica. La crisis venezolana ha provocado que muchos de sus ciudadanos vivan un éxodo hasta poderse establecer dentro de otros Estados. Hasta hoy se conoce que hay un total de 1.6 millones de venezolanos radicando en Perú. Esta cifra en un porcentaje menor o mayor también vive en otros países como Colombia, Ecuador, Bolivia, pero en el caso de Chile se ha determinado que ya no ingrese ni un venezolano más.

Esta medida responde a una política que ha desarrollado la gestión de Gabriel Boric quien ha propuesto no permitir más el ingreso irregular de venezolanos dentro de su territorio. Es por ello que han desplegado seguridad en masa al norte de su frontera entre Tacna (Perú) y Arica (Chile).

Como consecuencia de ello, se vive un ambiente de tensión en esta parte del país ya que los migrantes quieren ingresar a Chile, pero son impedidos por los carabineros. Por otro lado, la Policía Nacional del Perú sufre constantes agresiones pese a que solo cumplen sus funciones. En esta nota de WAPA te ayudaremos a comprender qué ha ocurrido con los migrantes venezolanos.

Las autoridades chilenas han sido claras en señalar que solo en 2022, la población venezolana que llegó a su país fue de 21 553. Sin embargo, desde que inició la migración venezolana en 2016 hasta hoy, Perú tiene 1.6 millones de ciudadanos de esta nacionalidad.

Si bien cuando Pedro Pablo Kuckzynski era jefe de Estado se determinó que Perú recibiría a los venezolanos que busquen mejores oportunidades que por evidentes razones no la encontraría en su país de origen. El problema es que la capacidad ha sido superada ampliamente tanto para puestos de trabajos como otras áreas sea en salud y hasta la misma educación.

Lo mismo ocurre en Chile quien además ha denunciado que no se puede permitir la migración irregular, es decir, aquella que está al margen de la legalidad según estatutos migratorios determinados en el vecino país.

Es a razón de ello que el gobierno del vecino país del sur ha dispuesto el despliegue de 600 mil militares en febrero último para que realice el respectivo control migratorio de Colchane.

Según estimaciones y declaraciones que dio Javier García, alcalde de Coclchane, para la BBC el país chileno recibe al menos 400 personas indocumentadas al día por la zona fronteriza donde se encuentra el poblado, uno de los cruces más utilizados por los extranjeros para ingresar a Chile.

"Nuestros países vecinos, y en particular Bolivia, no están llevando adelante la reconducción de los ciudadanos venezolanos y colombianos que entran por la frontera de Colchane y que no son recibidos por el lugar donde entran, y eso tenemos que solucionarlo", es lo que detalló Gabriel Boric en su mensaje a la nación que dio hace poco.

Asimismo, ha sido claro en señalar que todo ciudadano extranjero que cometa actos delictivos será expulsado de manera inmediata y por ello habría acrecentado diferencia sobre todo con Bolivia y Venezuela quienes no desearían recibir a sus connacionales que quebrantaron las leyes chilenas.

Si bien Gabriel Boric no tiene problemas con Perú igual ha dispuesto las movilizaciones de carabineros que cierren la frontera entre ambos países impidiendo el ingreso en su mayoría de ciudadanos venezolanos. Esto ha provocado que los 200 venezolanos que se hayan entre Tacna y Arica (Línea de la concordia).

“Estamos pasando hambre y hay varias personas con enfermedades renales. Hoy se han desmayado dos niños menores de edad. Por favor, déjennos pasar para regresar a nuestro país”, comentó el inmigrante indocumentado.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) no han sido ajenos ante esta tensa situación que se vive dentro de las fronteras entre Perú y Chile. Es por ello que han emitido un comunicado el cual ha sido claro en señalar lo siguiente:

“Alertamos de la grave situación en Tacna, en el sur del país, donde personas refugiadas y migrantes se encuentran varadas en muchos casos sin alimentos, agua, alojamiento o asistencia sanitaria, enfrentándose a mayores riesgos de protección, desde febrero de este año”, denunciaron en un comunicado conjunto.

Asimismo, se destaca en el escrito que: “Acnur y OIM están brindando orientaciones, distribuyendo kits de emergencia y alimentos, hidratación, monitoreando la frontera para identificar grupos familiares en vulnerabilidad, coordinando con socios en el terreno para dar alojamiento a las personas más vulnerables y asistencia sanitaria”.