¿Lo habías notado? El sorprendente uso del pequeño agujero en los candados que nadie te explicó
Únete al canal de Whatsapp de WapaA simple vista, esa diminuta abertura en la parte inferior de muchos candados podría parecer solo un detalle decorativo. Sin embargo, cumple funciones esenciales que muchas personas desconocen.
Expertos en curiosidades prácticas explican que este orificio es clave para mantener el candado en buen estado y asegurar su correcto funcionamiento a lo largo del tiempo.
Una de sus funciones principales es servir como sistema de drenaje. Cuando el candado se encuentra al aire libre —en portones, rejas o casilleros— queda expuesto a la lluvia y la humedad. El agujero permite que el agua acumulada salga del interior, evitando que el mecanismo se oxide o se deteriore por la acumulación de líquido, lo cual podría afectar su seguridad.
El secreto oculto de los agujeros de los candados
Además de drenar el agua, el agujerito facilita la aplicación de lubricantes. Con el paso del tiempo, el polvo, el óxido o el frío extremo pueden endurecer el mecanismo interno. Gracias a esta pequeña abertura, es posible aplicar aceite o lubricantes especializados, lo que contribuye a conservar la movilidad de las piezas y prolongar la vida útil del candado.

En ciertos modelos más técnicos, este orificio incluso permite el acceso con una llave especial, útil en casos de emergencia o desbloqueo autorizado.
Los candados tienen una larga historia: los primeros registros datan de hace más de 4.000 años en civilizaciones como Egipto y Babilonia. Con el tiempo, los romanos mejoraron su diseño, y fue en 1857 cuando Theodor Yale patentó el candado moderno que conocemos hoy.