¿Por qué festejamos la Navidad el 25 de diciembre si los evangelios no mencionan esa fecha?

En muchas familias, las horas previas a colocar al Niño Jesús en el pesebre están cargadas de emoción y preparativos. Los niños, llenos de entusiasmo, se reúnen alrededor del nacimiento para contemplar las figuras de pastores, animales y ángeles, que brillan bajo luces multicolores que realzan su encanto.

Mientras tanto, los adultos se encargan de preparar una cena especial que compartirán con alegría después de colocar al preciado objeto en el pesebre.

A medida que pasa el tiempo, el ambiente en el hogar adquiere un aire de expectativa, como si todo estuviera a la espera de algo importante. Finalmente, cuando la familia se reúne, llega el momento de colocar al hijo de María en su lugar especial, un acto solemne que suele realizarse a la medianoche del 25 de diciembre y simboliza su nacimiento.

Casi todo lo que se sabe sobre la vida de Jesús proviene de los cuatro evangelios del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Sin embargo, estos textos fueron escritos varias décadas después de su muerte por autores que no fueron testigos directos de los hechos. Aunque los evangelios son considerados la fuente “oficial” sobre su vida, carecen de pruebas históricas directas.

Según el evangelio de Lucas, antes de que María diera a luz, ella y José viajaron a Belén, el lugar de origen de José, para inscribirse en un censo ordenado por el Imperio romano.

En torno a este tema, hay tanto debate como consenso. Bart Ehrman, Ph. D., profesor de Estudios Bíblicos en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, comentó al respecto en una entrevista con History Latinoamérica: “Se dice que Jesús nació en Belén, tanto en Mateo como en Lucas. Sin embargo, los historiadores actuales coinciden en que Jesús no nació en Belén, sino en Nazaret, el pueblo natal de sus padres, José y María”.

Otro aspecto intrigante es cómo era Jesús durante su adolescencia y qué hizo antes de los 33 años. ¿Tuvo relaciones amistosas o románticas? Los evangelios no proporcionan detalles sobre su vida antes de comenzar su ministerio, dejando muchos aspectos sin registro.

“Los evangelios realmente no nos dicen nada al respecto, ya que su principal interés es centrarse en quién es Jesús y en lo que hizo”, explicó Mark Goodacre, Ph. D., profesor del Nuevo Testamento en la Universidad Duke.

En cuanto al año de nacimiento, el evangelio de Mateo menciona que Jesús nació durante el reinado de Herodes el Grande, poco antes de su muerte. Sabemos que Herodes murió en el 4 a.C., lo que sugiere que el nacimiento de Jesús ocurrió entre el 4 y el 7 a.C.

La Navidad es una festividad cristiana que conmemora el nacimiento de Jesús, considerado el Mesías y Salvador en el cristianismo. Aunque la fecha exacta no se menciona en los evangelios, la celebración se fijó el 25 de diciembre. ¿Por qué esa fecha?

A menudo se considera que el 25 de diciembre es un “invento cristiano” porque, tras el año 380 d. C., el emperador Teodosio I el Grande declaró al cristianismo como la religión oficial del Imperio romano. Desde entonces, la Iglesia incorporó elementos de prácticas paganas en sus celebraciones.

El 25 de diciembre coincidía con la fiesta romana del sol invicto, dedicada al dios sol, que marcaba el regreso de la luz tras el solsticio de invierno. Es importante recordar que este fenómeno ocurre cerca del 21 o 22 de diciembre en el hemisferio norte y alrededor del 20 o 21 de junio en el hemisferio sur.

Antonio Piñero, catedrático emérito de Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid, señaló en una entrevista: “(...) los antiguos lo celebraban el 25 porque era la fecha en la que ya se notaba que el ‘sol invicto’, es decir, Zeus, estaba venciendo a las tinieblas. ¿Y quién era el sol invicto? Pues Jesús. Por eso se cristianiza esa fecha y se determina que el nacimiento de Jesús fue el 25 de diciembre”.