Pecado mortal: Pareja se graba teniendo intimidad en iglesia y lo que pasa después es digno de una confesión

Un insólito y escandaloso suceso ha sacudido una ciudad de España, especialmente a la comunidad religiosa. Una pareja fue descubierta después de grabarse teniendo sexo en el altar de una iglesia, lo que ha generado indignación y repudio en todo el país. Este controvertido acto ocurrió en el municipio de Baños de la Encina, en Jaén, y ha desatado un acalorado debate sobre los límites de la libertad individual y el respeto hacia los lugares sagrados.

Lo que parecía ser una escena sacada de una película se convirtió en realidad cuando las imágenes del acto íntimo, grabado por la propia pareja, comenzaron a circular por WhatsApp. La situación se volvió aún más chocante al descubrirse que una de las personas involucradas en el video era, nada más y nada menos, la casera encargada de organizar los campamentos para niños y jóvenes de la iglesia. ¡Hablar de una doble vida!

El video ha recorrido las redes sociales, causando conmoción entre los vecinos y, sobre todo, en el episcopado, que no tardó en expresar su "tristeza y dolor" al enterarse de lo ocurrido en la iglesia Inmaculada Concepción de El Centenillo.

El Obispado de Jaén no dejó pasar el suceso y emitió un comunicado lleno de lamentos: "Con tristeza y dolor profundo, el agravio cometido y la consternación que estos hechos han provocado en la comunidad cristiana". Además, anunciaron que se ha iniciado el proceso canónico correspondiente. ¡Nada de pasar la página sin más!

En el comunicado, también se desmintieron algunos rumores: "El hombre es de La Carolina, y la mujer no trabaja de limpiadora y sacristana de la Iglesia, como han informado algunos medios. Era la casera de una asociación que organiza campamentos para niños y jóvenes en el pueblo". Y como si esto no fuera suficiente, la iglesia realizó actos de desagravio para "pedir perdón a Dios" por lo sucedido.

Si te estás preguntando si este acto tendrá consecuencias legales, la respuesta podría ser sí... o no. Según el artículo 524 del Código Penal de España, la profanación de zonas de culto puede llevar a una pena de prisión de entre seis y doce meses o a una multa considerable. Sin embargo, en estos casos, la aplicación de la ley no siempre es estricta.

Para colmo de males, uno de los implicados ha dejado la localidad, mientras que la otra persona no vive allí y, probablemente, no regresará pronto tras el revuelo causado. ¡Vaya forma de despedirse!