Día internacional de la mujer y la niña en ciencia: carreras de ingeniería en Perú solo tienen 17% de presencia femenina

El 11 de febrero es una fecha muy especial, ya que la UNESCO ha considerado a esta jornada como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, conmemoración que es toda una manera de generar conciencia en la población sobre el verdadero rol de las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología, ámbito donde todavía existen brechas bastante grandes en todo el mundo.

Pese a que las mujeres reciben cada vez más y mejor educación, la brecha salarial con respecto a los hombres todavía es muy amplia. Es aquí donde entendemos cómo las diferencias se marcan en sectores como el de la ciencia y la tecnología donde la participación femenina todavía no goza del número deseado, a decir de la gran capacidad que las mujeres hemos mostrado a través de los años.

Pese a que grandes científicas han logrado contribuir para resolver problemas que aquejan a la humanidad, apenas 3 de cada 10 científicos en el planeta son mujeres. Las carreras de ciencia y tecnología gozan de la presencia femenina en un número que todavía no ha logrado explotar, ya que muchos todavía lo consideran como un bastión masculino.

Lo más curioso es que, con el paso de los años, el siglo 21 nos ha demostrado que las mujeres tienen la tendencia a adquirir más educación que los hombres, sin embargo, todavía reciben menos salario que los varones. Los hombres tienen acceso a carreras mejor remuneradas como, por ejemplo, las carreras de ciencias y tecnología. Pero, ¿por qué las mujeres todavía no han logrado romper con esa barrera? ¿Cuál es la situación de las mujeres científicas en el Perú?

Los investigadores Josefina Miró Quesada y Hugo Ñopo han ido más allá, por eso publicaron el libro “Ser Mujer en el Perú” de la editorial Planeta, el cual nos entrega una serie de cifras que deben hacernos reflexionar, ya que nuestro país tiene en el machismo a una de sus más grandes taras.

Por ejemplo, es muy claro que los hogares tienen como tendencia otorgar más educación para sus hijas mujeres, sin embargo, esto no se traduce en una mejor posición económica y salarial en el mercado laboral. La publicación indica que mensualmente las mujeres, en promedio, ganan 20% menos que un varón, cifra que se da porque ellas optan por carreras profesionales que gozan de menores salarios. Para mejor muestra: la docencia es ejercida en un 61% por mujeres, mientras en ingeniería ellas apenas ocupan el 17% de las plazas en las universidades, es decir, la sociedad, prácticamente, las prohíbe de elegir carreras como ciencia o tecnología que son ámbitos, básicamente, masculinos, según lo que dictan los estereotipos de género.

Miró Quesada y Ñopo sostienen que, desde niñas, las escolares crecen con la idea de que existen carreras más afines a una mujer como la enseñanza o la enfermería, mientras que la ingeniería, por dar un ejemplo, es un sector para los hombres. Asimismo, las habilidades matemáticas están relacionadas en mayor medida a los hombres, mientras existe un estigma que indica que las mujeres tienen mayores dificultades en este apartado. Algo alejado de la verdad, pero impuesto por una sociedad dominada por los estereotipos de género.

Del mismo modo, otro factor importante en esta enorme brecha está relacionado al ámbito familiar. “Ser mujer en el Perú” señala que la poca presencia de las mujeres en el campo de la ciencia se da porque hay una creencia de que la mujer es la “cuidadora primaria del hogar”, por tanto, debe seguir siéndolo. Es de este modo como se encasilla a la mujer en las labores del hogar, del cuidado, de la protección y, por eso, son inducidas a elegir carreras afines a esta preconcepción. Una carrea en ciencias o tecnología es “muy demandante”, por eso las mujeres no van a poder ocuparse del hogar. Uno de los grandes retos a futuro, es erradicar esta manera de pensar, es decir, hacer frente a los patrones socioculturales que limitan las competencias intelectuales de las mujeres en nuestro país. La incorporación de las mujeres en carreras de ciencia y tecnología es una forma de garantizar igualdad de derechos y oportunidades desde etapas muy tempranas.