¿Cómo incentivar la práctica deportiva en los niños?

Agosto es el mes de los niños, y este año llega en una coyuntura especial: la realización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos. La exposición de tan amplia variedad de deportes —muchos de los cuales no teníamos en el radar local—, ha hecho que el deporte se vuelva el centro de la atención y que muchos niños se quieran practicarlo y que, incluso, se interesen por nuevas disciplinas. Empezar puede parecer sencillo, pero ¿cómo realmente podemos mantener esa motivación en los niños?

Según la psicóloga deportiva, Natalia Verán, “la práctica del deporte en niños debe estar enfocada en la recreación. Los niños deben disfrutarlo y la pasarla bien, de esa manera la motivación será intrínseca, es decir, que dependerá de ellos mismos”. Y es que la motivación principal de los niños para practicar alguna actividad física no es bajar de peso ni llevar una rutina saludable, sino divertirse. “Así, a pesar de ganar o perder, a pesar del cansancio y la frustración que se pueden experimentar, predominarán las experiencias y sensaciones positivas”, señala Verán.

El ejemplo también es un punto clave. Aunque es difícil que todos los padres o adultos que guían al niño en su crecimiento tengan la posibilidad de practicar un deporte, es importante que al menos se interesen en la actividad que están practicando sus hijos. No solo deben conocerlo, sino también asistir a los campeonatos o exhibiciones deportivas. “La mejor forma de generar interés por un deporte y fomentar la práctica de este en los niños es mediante el aprendizaje vicario o por modelos, es decir, que los niños vean a los demás practicando deporte hará que quieran hacerlo también. Idealmente, deben ser los padres quienes practiquen deportes de forma recreativa frecuentemente, o también pueden ser los hermanos, primos, amigos, entre otros. Eventos deportivos como los Panamericanos y los Parapanamericanos son una gran oportunidad para tomar a los deportistas como ejemplos, además de que se amplía la gama de deportes que pueden observar los niños”.

El deporte puede, además, contribuir a eliminar prejuicios de género en los niños, pues los hará entender que todos pueden practicarlo por igual y que no se trata de que el vóley es para mujeres o el fútbol para hombres, una idea erróneamente difundida en algunos colegios de nuestro país. “Además de mejorar la forma física y mantener una vida saludable, el deporte ayuda a mejorar las habilidades sociales y por lo tanto mejorar la socialización y las relaciones interpersonales, y permite que los niños aprendan a manejar diversas experiencias, lidiando con situaciones adversas y las emociones incómodas que puedan aparecer”, sostiene Natalia.

Eso sí, es muy importante saber lidiar con la desmotivación en los niños. No es recomendable forzarlos (recordemos que la idea es que lo disfruten) y, por otro lado, tampoco debemos condicionar su práctica a que cumplan alguna orden o tarea. “Es un error castigarlos quitándoles el deporte, por ejemplo, por una mala nota, porque además de desmotivarlos, les quita algo que les gusta y en lo que pueden ser buenos, algo que les permite botar energía y, de por sí, les enseña a manejar mejor sus tiempos”.

Finalmente, regalar deporte o experiencias, más que algo material, ayuda a estrechar los lazos entre el niño y los adultos. Recordemos cuando éramos niños y no necesitábamos de tanto para ser felices.

- Fomentar la práctica de un deporte desde la experiencia de uno mismo.

- Interesarse por cómo es el deporte que practican sus hijos o indagar acerca de otros deportes que puedan interesarles de acuerdo a sus habilidades y forma de ser.

- Acompañar a los hijos a sus prácticas mostrando interés, siempre que ellos quieran, pues si no quieren, se debe entender por qué no, respetar sus razones y trabajarlo hasta que sea cómodo para ellos.

- Apoyar siempre a sus hijos, felicitarlos y preguntarles qué tal la pasaron.

- Acudir con ellos a eventos deportivos.

- Exigirles de más, se debe recordar siempre que lo principal es el disfrute.

- Enfocarse solo en los resultados, en ganar, mejor es enfocarse en pasarla bien y mejorar cada vez.

- Corregir a los niños como si los padres fueran los entrenadores.

- Castigarlos quitándoles del deporte, por ejemplo, por alguna mala nota o porque no hizo caso en algo.