Ellas son las heroínas que combatieron el apartheid en Sudáfrica
Únete al canal de Whatsapp de WapaLa lucha contra el apartheid, el sistema de segregación racial en Sudáfrica, se narra a menudo -sobre todo fuera de este país- como una historia de hombres pero, mientras ellos ocupaban los titulares internacionales, mujeres como Albertina Sisulu, Lilian Ngoyi o Winnie Mandela mantenían la resistencia y, además, cuidaban a sus familias.
Aunque su cumpleaños pase desapercibido en el mundo, "Mama Albertina" Sisulu, quien habría cumplido 100 años, apenas tres meses después de que los homenajes cruzasen el globo para honrar al icono por excelencia de la lucha contra la segregación racial sudafricana, Nelson Mandela, con motivo también de su centenario.
Esta activista y esposa de Walter Sisulu -otro referente antiapartheid con mayúsculas- también pasó por la cárcel en numerosas ocasiones, sufrió la persecución constante del Gobierno segregacionista y tuvo restringidos sus derechos de movimiento, expresión y participación en actos durante casi dos décadas.
Pero, además, Albertina Sisulu fue enfermera, organizó una escuela ilegal en su casa -en protesta contra la imposición de un sistema de educación inferior para los negros- y sacó adelante a sus cinco hijos mientras su marido cumplía 25 años de prisión en Robben Island, al lado de Mandela.
Con los hombres en el exilio o en prisión, ellas se ocuparon de mantener la antorcha encendida, no solo a nivel político sino también familiar, y de evitar que sus nombres cayeran en el olvido.
"Este año también celebramos el centenario del nacimiento de Mama Albertina Sisulu, una de las más grandes líderes que este país ha conocido", recordó el presidente del país, Cyril Ramaphosa, durante los actos por el último Día de la Mujer en Sudáfrica.
"Con su coraje y altruismo, mantuvo la llama de la libertad ardiendo incluso en los peores momentos de la opresión del apartheid. Ella personificó valores que hoy siguen guiando nuestra lucha por la emancipación de la mujer y, de hecho, por la libertad de todo el mundo en todas partes", agregó Ramaphosa.
El Día de las Mujeres en Sudáfrica se celebra cada 9 de agosto para recordar una histórica marcha que, en 1956, llevó a unas 20.000 mujeres a protestar contra las leyes que las obligaban a portar pases que restringían los derechos en función de la raza.
Albertina Sisulu fue una de las organizadoras pero en la cabecera también caminaron otras "heroínas" clave de la lucha por la liberación de la mayoría negra sudafricana como Lilian Ngoyi, Rahima Moosa, Sophia Williams-De Bruyno o Helen Joseph.
Ngoyi, por ejemplo, llegaría a ser la primera mujer en llegar al Comité Ejecutivo del Congreso Nacional Africano (CNA), gobernante en Sudáfrica desde que Mandela ganase las primeras elecciones democráticas multirraciales en 1994.
Otro nombre femenino imprescindible en las crónicas de este periodo es Helen Suzman, descendiente de lituanos que escaparon por la persecución en Europa contra los judíos.
Desde su asiento en el Parlamento, Suzman alzó la voz contra las injusticias del apartheid durante 36 años.
Fue una lucha solitaria en una Cámara solo para blancos dominada por hombres del gobernante Partido Nacional, lo que la llevó a figurar en las quinielas para el Nobel de la Paz.
Más polémica ha quedado para la historia la figura de Winnie Madikizela-Mandela (segunda esposa de Nelson Mandela), quien también sufrió persecuciones, arrestos e intentos de asesinato mientras cuidaba a sus hijos, "huérfanos" de padre por las casi tres décadas que "Madiba" pasó en la cárcel a miles de kilómetros.
Aunque se la considera la "madre de la nación", es un icono salpicado por acusaciones de corrupción y por el asesinato de un joven de Soweto sospechoso de ser espía del Gobierno segregacionista en 1988, muerto a manos de sus guardaespaldas.
Tras su fallecimiento el pasado abril, muchas voces reivindicaron su legado y defendieron que Winnie Mandela no solo tuvo que soportar el acoso y la propaganda falsa del apartheid, sino también que sus propios compañeros del CNA le dieran la espalda y alimentaran especulaciones para desactivar su magnetismo y liderazgo.
"Sudáfrica y el mundo someten a los hombres y a las mujeres a distintos estándares de moralidad. Mucho de aquello por lo que se requirió a mi madre rendir cuentas es simplemente ignorado cuando se trata de contrapartes masculinas", dijo su hija Zenani Mandela, en un duro discurso en el funeral de Winnie en Johannesburgo.
"Este doble estándar actúa también oscureciendo la inmensa contribución de las mujeres a la lucha por la emancipación de nuestro país del perverso apartheid", lamentó.
La muerte de Winnie, aunque llorada, sirvió para recordar que su lucha y la de sus compañeras no fue menor, aunque ocupara menos titulares.
Con información de Efe.