¿Por qué no se debe preguntar la hora en un sueño?

En la penumbra de la noche, cuando el sueño nos envuelve, el subconsciente se convierte en un vasto territorio donde la lógica y la realidad se disuelven. Sin embargo, un acto aparentemente inocente puede desencadenar una cadena de eventos terroríficos: preguntar la hora en un sueño. Este fenómeno, aunque a menudo ignorado, ha sido objeto de diversas narrativas de horror que nos advierten sobre sus peligros.

Cuentan los ancianos que en el reino de los sueños, el tiempo no fluye como en la vigilia. Cuando uno se atreve a preguntar la hora, puede abrir una puerta a lo desconocido. Según leyendas urbanas, al hacerlo, uno puede atraer la atención de entidades sombrías que habitan en los rincones oscuros de la mente. Estos seres, que se alimentan del miedo, esperan pacientemente a que un soñador curioso les dé la oportunidad de revelarse.

Expertos en sueños y psicología advierten sobre los riesgos de la curiosidad en este estado onírico. Preguntar la hora puede romper el delicado equilibrio del sueño, desencadenando visiones inquietantes y situaciones de pesadilla. La mente, al recibir la respuesta, puede ser incapaz de procesar la realidad del tiempo, quedando atrapada en un bucle donde el pasado y el futuro colisionan con la angustia del presente.

Testimonios de quienes han cometido este error son escalofriantes. "Cuando pregunté la hora, vi una sombra al fondo de mi sueño. Era una figura indistinta que se acercaba lentamente, y su mirada fría se clavó en mí", relata María, una joven que asegura haber quedado marcada por la experiencia. "Nunca más volveré a preguntar la hora; prefiero vivir en la incertidumbre."

La pregunta más inquietante surge: ¿Qué sucede cuando se pregunta la hora? Algunos psicólogos creen que es un mecanismo de defensa que desencadena un estado de alerta. Sin embargo, el acto en sí puede ser un llamado a fuerzas que han permanecido latentes en nuestra psique. La noción de que hay algo más allá de la comprensión racional se intensifica, dejando al soñador en un estado de vulnerabilidad.

Los relatos de terror han proliferado en comunidades en línea, donde los soñadores comparten sus experiencias. Uno de los más notorios es el "Reloj del Juicio", un concepto que sostiene que preguntar la hora no solo provoca encuentros con entidades, sino que también puede alterar la percepción del tiempo en el mundo real. Los soñadores se despiertan desorientados, sintiendo que el tiempo ha pasado de manera extraña, como si hubieran sido despojados de momentos de su vida.

La combinación de la curiosidad humana y la naturaleza caprichosa de los sueños da lugar a una advertencia universal: algunos misterios son mejor dejarlos sin explorar. La próxima vez que te encuentres perdido en el laberinto de tus propios sueños, recuerda la leyenda que rodea a la hora. Puede que sea un instante fugaz, pero las consecuencias pueden ser eternas.

La próxima vez que te encuentres en el reino de Morfeo, evita la tentación de preguntar la hora. La curiosidad puede llevarte a lugares de los que no puedas escapar, y en esos momentos oscuros, la hora puede convertirse en tu peor enemiga. La vigilia te espera, pero el sueño, a veces, es un lugar mejor dejado en la penumbra.