¿El pollo se lava antes de cocinarlo? Expertos advierten peligros
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl debate sobre si lavar el pollo antes de cocinarlo ha ganado atención en el ámbito de la seguridad alimentaria. Muchas personas creen que enjuagar la carne ayuda a eliminar bacterias, pero las autoridades de salud advierten que esto puede ser contraproducente. Al lavar el pollo, las gotas de agua pueden salpicar y propagar patógenos a superficies cercanas, aumentando el riesgo de contaminación cruzada.
¿El pollo crudo se lava o no?
Las bacterias como Salmonella y Campylobacter son comunes en el pollo crudo y pueden causar enfermedades graves. Cocinar el pollo a la temperatura adecuada (75 °C) es el método más efectivo para eliminar estas bacterias. De hecho, los expertos recomiendan evitar el lavado y centrarse en una manipulación segura y una cocción completa.
¿Cómo evitar el foco de bacterias al lavar el pollo?
Además, la educación sobre las prácticas adecuadas en la cocina es crucial. Muchos hogares no son conscientes de la importancia de desinfectar superficies y utensilios que han estado en contacto con el pollo crudo. Esto incluye el uso de tablas de cortar y el lavado frecuente de manos para prevenir la propagación de gérmenes.
En lugar de lavar el pollo, se aconseja enjuagar solo frutas y verduras. Las campañas de salud pública están enfocadas en informar a la población sobre las prácticas seguras de manipulación de alimentos, destacando que el enfoque debe estar en la cocción adecuada en lugar de en el lavado.
En conclusión, aunque la idea de lavar el pollo puede parecer intuitiva para muchos, las pruebas sugieren que es más seguro evitarlo. La clave para una cocina saludable radica en la correcta manipulación y cocción de los alimentos, lo que no solo reduce el riesgo de enfermedades, sino que también promueve una mayor conciencia sobre la seguridad alimentaria en general.
¿Qué dice la OMS sobre lavar el pollo?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja lavar el pollo antes de cocinarlo, argumentando que esta práctica puede propagar bacterias peligrosas como Salmonella y Campylobacter a otras superficies de la cocina. Según la OMS, el agua del grifo puede salpicar, contaminando utensilios y alimentos listos para consumir. En lugar de lavar el pollo, la organización enfatiza la importancia de cocinarlo a la temperatura adecuada, lo que es la forma más efectiva de eliminar cualquier patógeno y garantizar la seguridad alimentaria.