¿Es posible controlar los gases vaginales durante el sexo?

A muchas mujeres les cuesta aceptar la presencia de gases vaginales mientras reciben la penetración en una actividad sexual. Y es que, para una gran porcentaje de ellas, esto puede resultar un tanto vergonzoso.

Los pedos o gases vaginales (AKA queefing) son súper normales y le pasa a muchas personas. Para tu tranquilidad, debes saber que NO son realmente gases, sino aire que entra en tu vagina y luego tiene que salir. Por lo que la confianza con tu pareja y el conocimiento sobre esto, te ayudará a estar más tranquila con esta situación.

Sin embargo, hay algunas personas que indagan sobre si es posible evitarlos o controlarlos. En la siguiente nota te detallamos todo sobre ello.

Antes que nada, es necesario conocer cómo sucede un pedo vaginal para así conocer si es posible poder controlarlos.

Cuando tienes sexo (incluido cuando te masturbas), los dedos, penes o juguetes sexuales pueden atrapar aire dentro de tu vagina cuando entran y salen. Cuando salen, el aire que estaba atrapado también empieza a salir, ¡y de ahí vienen los tales pedos vaginales! Esto también pasa a veces cuando estiras o haces ejercicio. 

Aunque existen algunas cosas que puedes hacer para tratar de evitarlos, no hay una fórmula 100% garantizada para que no tengas pedos vaginales nunca más. El sexo involucra cuerpos y los cuerpos hacen cosas weird a veces.

Lo que sí es que hay posiciones como doggy style (AKA el perrito) que hacen que entre más aire a tu vagina y haya mayor probabilidad de que se escape un pedito vaginal, por lo que tal vez, optar por otras posturas sexuales podría contrarrestar esta situación.

Las  posturas sexuales para evitar el tener gases vaginales son aquellas que limitan la abertura vaginal, como por ejemplo, la postura en la que la mujer está acostada y el hombre encima de ella. En las que entra más aire son, por ejemplo, la penetración desde atrás o cuando el pene sale completamente de la vagina y vuelve a entrar. Es muy fácil que entre aire de esta forma y se produzcan estos molestos ruidos.

De todas formas, si ya has probado estas posturas también y te sigue sucediendo, es recomendable que cuando acabe la relación coital (pene - vagina), introduzcas un dedo dentro de la vagina. De esta forma el aire se escapará y no provocará más tarde los gases.

Wapa, recuerda que no tienes de qué avergonzarte. Esta es una situación normal y no tiene nada que ver con el tamaño de la vagina, sino más bien con la postura y los movimientos que se realizan. Una buena comunicación y confianza ayudará a que este momento sea tomado con buen humor y aceptación.