4 frases que las lesbianas no quieren volver a escuchar

Histórica y culturalmente las relaciones sexuales se han concebido como algo propio de personas de diferentes sexos, pero la realidad es que la diversidad de las orientaciones sexuales es mucho más amplia que la heterosexualidad.

Entre ellas, las mujeres lesbianas (y también las bisexuales) son víctimas de una discriminación que se manifiesta de manera cotidiana en ciertas frases que ellas están hartas de escuchar.

A continuación comparto contigo tan sólo 4 frases que las lesbianas no quieren volver a oír.

Gracias a la industria pornográfica, en el imaginario masculino las lesbianas son sinónimo de una fantasía sexual hecha para complacer la mirada de los hombres.

Por eso una pareja de lesbianas significa para ellos una oportunidad para hacer un trío en el que él, obviamente, es la figura central. No tienen en cuenta que si una es lesbiana es precisamente porque no le atraen sexualmente los hombres sino las mujeres.

Se asume de inmediato que en una pareja de lesbianas existe una que durante el acto sexual realiza un rol activo y otra que tiene un rol pasivo. Tomando como referencia que son los hombres, al penetrar, los que tienen un rol activo y las mujeres, al ser penetradas, las que tienen un rol pasivo, entonces se cree que si se trata de mujeres todo se reduce a eso: a quién penetra (con dedos o dildos) y quién es penetrada.  

Lo primero que se debe aclarar es que coito no es igual a sexo y que un encuentro sexual permite que quienes participen de él puedan tener un rol activo o receptivo de manera intercalada o simultánea. Las lesbianas pueden elegir entre una gran diversidad de prácticas sexuales y no necesariamente tienen que asumir, dentro o fuera de la cama, roles tradicionalmente asociados con lo masculino y lo femenino.

Debido a que el coito (pene-vagina) es aceptado como sinónimo de tener relaciones sexuales, cualquier otra práctica que no sea ésta no suele denominarse sexo.

En relación directa con el coito vaginal se encuentra el concepto de virginidad, ya que se supone que ésta depende únicamente de si una ha sido penetrada o no vaginalmente por un hombre.

Las lesbianas que sólo han tenido sexo con mujeres entonces son consideradas vírgenes ya que no han experimentado el coito vaginal con un hombre. Como ya expliqué en las líneas de arriba, las relaciones sexuales comprenden diversas prácticas sexuales más allá del coito: desde los besos, las caricias, la estimulación manual hasta el sexo oral y el sexo anal, entre otras.

Lamentablemente este es un comentario sexista bastante común, que se origina en la siguiente premisa: el mejor sexo es el que practica una pareja heterosexual. Por lo tanto si existen mujeres que quieren tener relaciones sexuales con mujeres es porque no han conocido a un hombre que logre satisfacerlas sexualmente. Es algo así como que ser lesbiana es una especie de premio consuelo para las mujeres.

Nada está más lejos de la verdad: se ha comprobado en varios estudios que las mujeres que tienen sexo con mujeres tienen más orgasmos y una mejor calidad de vida sexual que las mujeres heterosexuales.

Sandra Campó es escritora y educadora sexual.  Autora del libro HOY TENGO GANAS DE MÍ: 7 historias de masturbación femenina y creadora del blog SASÁ. Desde 2015 realiza talleres de educación sexual para mujeres en diversos espacios de Lima. Síguela en FACEBOOK e INSTAGRAM: @elblogdesasa