Lyle y Erik Menéndez: ¿quién se quedó con los 14 millones de dólares que NUNCA heredaron?

El caso de Lyle y Erik Menéndez es uno de los crímenes más impactantes de la historia en Estados Unidos. Los hermanos fueron condenados a cadena perpetua en la década de los 90 por el brutal asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en su lujosa mansión de Beverly Hills.

Este caso generó un intenso debate público sobre las razones detrás del asesinato de sus padres, un parricidio que rápidamente acaparó la atención mediática. Ahora, Netflix ha aprovechado esta trágica historia para lanzar su nueva serie, "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez", que ya se ha posicionado como una de las más populares en la plataforma de streaming.

Uno de los aspectos más polémicos del caso fue el destino de la inmensa fortuna que los hermanos esperaban heredar. Se estimaba que el patrimonio de José Menéndez superaba los 14 millones de dólares, con propiedades y bienes repartidos en múltiples negocios.

Según informa Forbes, los hermanos gastaron 700.000 dólares de su herencia en artículos de lujo, pequeños negocios y viajes. Así también, el dinero fue usado en honorarios legales y los altos costos de su defensa. Tras la condena por asesinato, Lyle y Erik quedaron despojados de cualquier reclamo sobre la herencia de sus padres.

Erik (54 años) y Lyle Menéndez (56 años) cumplen cadena perpetua en el Centro Correccional RJ Donovan en San Diego, California, según informó el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California. Por su condena por parricidio, no son elegibles para la libertad condicional.

El interés por la historia de los hermanos Menéndez sigue vivo décadas después de los asesinatos, lo que llevó a Netflix a estrenar la serie documental "Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story". La producción ofrece un análisis profundo de lo que sucedió con la familia, desde los abusos que los hermanos alegan haber sufrido, hasta el cruel asesinato de los padres.