Fue adoptada por una familia británica, viajó al Perú en busca de su madre biológica y recibió una desgarradora noticia

Milagros Forrester, una joven británica de raíces peruanas, decidió regresar a su tierra natal con la esperanza de conocer a su madre biológica. Sin embargo, lo que empezó como una emotiva búsqueda de su origen se convirtió en una amarga revelación.

Adoptada a los ocho meses por una familia en Londres, Milagros siempre sintió un vacío relacionado con su pasado. En 2011, se embarcó en un viaje al Perú con el sueño de resolver las incógnitas sobre sus orígenes, pero encontró una historia mucho más compleja de lo que había anticipado.

Nacida como Milagros Huamán Urday en Arequipa, Perú, Milagros fue abandonada al nacer en un hospital local. A los ocho meses, una pareja británica la adoptó y la llevó a Londres, donde creció alejada de su familia biológica. Después de años de dudas e incertidumbre, en 2011, Milagros accedió a información clave sobre su adopción, lo que la motivó a regresar al Perú para conocer más sobre su madre biológica.

Con ayuda de dos documentos importantes su partida de nacimiento y un escrito del Poder Judicial, Milagros inició su investigación. En Arequipa, visitó el Hospital General y accedió al registro de partos, donde descubrió el nombre de su madre y la dirección de su hogar. Al revisar la historia clínica, también se enteró de que era la tercera hija de una familia con al menos un hermano.

Con la dirección en mano, Milagros, junto con el equipo de investigación del programa "Día D", se dirigió al hogar de su madre en busca de respuestas. Sin embargo, al llegar a la casa, no obtuvo respuesta alguna. Los vecinos le informaron que Juana, su madre biológica, había fallecido en 2002. La noticia fue devastadora, pero Milagros no se dio por vencida. Decidió esperar y continuar su búsqueda por otras vías.

Finalmente, y tras la culminación del programa, Milagros escribió una carta emocionada a la periodista, donde reveló que había logrado ubicar a su hermano. A través de este reencuentro familiar, descubrió que su madre, originaria de Puno, había cambiado su nombre a Juana al llegar a Arequipa, y que su abandono se debió a la extrema pobreza y la falta de recursos para cubrir los gastos médicos.

Aunque Milagros creció en Londres y llevó una vida relativamente estable, siempre mantuvo el deseo de descubrir más sobre su historia familiar. A lo largo de los años, estudió Turismo y viajó por el mundo, pero el anhelo de conocer a su madre biológica nunca se apagó. A pesar de la decepción de no poder reunirse con ella, este viaje a Perú representó un paso importante hacia la comprensión de sus raíces y su lugar en el mundo.

La historia de Milagros Forrester resalta la complejidad de la adopción y la importancia de la búsqueda de identidad. A pesar de la tragedia de no haber encontrado a su madre, el viaje le permitió reconectar con su historia y redescubrir el valor de las conexiones familiares.