María Del Pilar Cáceres, la peruana que ganó una beca internacional para empoderar a mujeres afro

María del Pilar Cáceres Cartagena tiene 25 años y creció escuchando que solo podía ser buena para el baile o el deporte; sin embargo decidió ir en contra de los estereotipos y estudió Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue allí donde empezó a investigar y liderar proyectos a favor de su comunidad afroperuana. Todo ese trabajo le permitió ganar una beca internacional y financiamiento económico con el que desarrollará proyectos a favor de las mujeres y niñas afroperuanas.

Es la única peruana que fue seleccionada para ser parte del programa de becas Ford Global Fellowship, que apoya a 240 líderes que promueven la justicia social en todo el mundo. Gracias a esta beca, recibirá un financiamiento de US$ 25,000 y capacitación individualizada para desarrollar habilidades de liderazgo.

Con el financiamiento económico, María del Pilar Cáceres ya tiene planeado desarrollar tres proyectos. En diálogo con la agencia Andina nos cuenta de qué tratan.

“Primero crear una plataforma web que servirá para dar visibilidad a los emprendimientos de las mujeres afroperuanas y, para el próximo año, espero trabajar en los colegios de El Carmen, en Chincha, y con las niñas y adolescentes afroperuanas en los barrios de Lima", explica la socióloga sanmarquina.

El tercer proyecto -y un sueño que siempre anheló- es lanzar su primer trabajo musical. Para María del Pilar Cáceres, el arte es sabiduría pero también una forma de reivindicar el poder de las mujeres afroperuanas; por eso escribe poemas y es cantautora.

“Lo que conozco de mis ancestros es a través del arte, que es también mi arma de resistencia. Escribo mis vivencias y mis ideas como mujer negra con la finalidad de que la gente y mis hermanas afros puedan ver que no están solas,” comenta Cáceres Cartagena.

“Solo déjennos respirar, ya déjennos de matar. Al racismo solo le aportan. Las vidas negras importan,” es parte del poema BLM (Black Lives Matter) escrito por esta joven, hija de padre apurimeño y madre chinchana. 

María del Pilar cuenta que el primer espacio donde sintió miedo fue en la escuela cuando era niña. Por mucho tiempo fue el punto de las burlas de sus compañeros; de allí surge su interés actual de trabajar en los colegios. Luego, sufrió acoso sexual callejero. Sin desearlo, autoeliminaba las iniciativas que podría lograr.

"Eso pasa con mujeres que vienen de comunidades marginadas, donde te dicen que solo puedes ser buena para ciertas cosas”, confiesa.

Con información de: Agencia Andina.