Los looks más icónicos que nos trajo la recordada novela Floricienta y hoy lo recordamos con nostalgia

La novela Floricienta, se basa principalmente en una versión 2.0 de Cenicienta, aunque esta protagonista tría miles de líos y mucha música con sonrisas para ponernos a bailar a todas o a suspirar con cada balada. Todas hemos coreado en algún momento el típico coro: “Porque me quedo muda, prendida en tu mirada…” o quizá bailamos con “pobres, los ricos que tanto tienen…” y así un sinfín de canciones que nos trajeron emociones únicas al seguir capítulo a capítulo, esta entretenida y divertida novela argentina.

Principalmente, era Florencia quien nos atrapaba el corazón con sus ocurrencias y disparates, mientras que la malvada Delfina nos hacía odiarla por todas sus mentiras y embustes y hasta podemos recordar a Robertita ( Lali Esposito ) que con sus travesuras nos inundaba de risas. Sin embargo, la trama no solamente era el contexto en sí, sino que nos traía toda una gama de looks increíbles y re fashionistas, imponiendo nueva moda y una variedad de colores envidiable.

La bella Florencia nos trae lo mejor de la magia con encantadores diseños que fusionan a la perfección las texturas, colores y hasta cortes que se atreven a denotar felicidad y diversión. Hemos visto a Floricienta lucir diferentes atuendos, ya sea en su primera temporada o segunda, se debe destacar que los colores vibrantes siempre están puestos, que las faldas en tres o más niveles definen su esencia y por supuesto las infaltables zapatillas multicolores, que indican la suerte para cada tropiezo que tiene.

Delfina, la malvada. Esta fina y sofisticada antagonista nos trae el clásico peinado de la cola alta y todo tirado hacia atrás y muy bien peinado. Con su look siempre impecable y alineado a lo mejor de la elegancia, emana una maldad pura, pero también divertida en muchas escenas y su clásica frase inolvidable: “alguien está en problemas”. Así es Delfina, quien trae lo mejor de los blazers, vestidos y escotes que sin lugar a duda la ponen como favorita en glamour.

Una niña pícara y muy astuta llegó para ganarse el corazón de todos y es que Lali Esposito desde muy pequeña sabía que el mundo artístico era lo suyo. Su moda parte por llevar los tonos vibrantes muy bien al tope y con unos jeans fluidos se caracterizaba a la perfección, No olvidemos que su look mantenía un de grafilado perfecto en las puntas y con raya al costado definía su peinado para ser una chiqui linda, pero fashion también.

La bella tía Titina, dueña de la peluquería del pasaje de los besos, awwww, y se nos va un suspiro, pues ese pasaje era el punto de encuentro para los chicos de la banda y por supuesto entre Flor y su Freezer.

Aquí la divertida Titina, nos enseña que los rulos de manera desenfadada van acordes ante cualquier situación y temporada del año. Titina decide llevar estos rulos muy bien definidos en el rojizo más vibrante y nominándose como una de las que más marcó estilo con el cabello.

La despiadada Malala, madre de Delfina, una mujer sumamente elegante, al igual que la hija, se la ve llevar en toda la novela, perfectas combinaciones que solo juegan con el blanco y negro, un simbólico bicolor que se posa su imagen y atrapa los mejores looks.

También se hizo icónica la cruel Malala, por su perfecto cabello negro y lacio, siempre lo traía suelto y con un corte medio se definía su impactante estampa.

La recta y dulce Greta, la alemana que no le salía ni una palabra bien dicha y que a los pequeños Fritzenwalden les decía: “Pichononos”, ¿lo recuerdan? Pues sí, también llega Greta con su clásico traje sastre en color azul oscuro o gris, conformado por un saco y una falda recta a nivel bajo de las rodillas. Impecable, siempre lista para poner orden en la casa del Freezer.

La única hermana de los Fritzenwalden, con un temperamento bastante subido y con una rebeldía que pocos toleraban, llega la bella Maia que, inundada en su edad de 15 años, logra reflejar lo difícil que a veces es crecer.

Su look se mantiene muy bien alineado a lo casual, e inspirado en toda la onda juvenil, con casacas de colores, faldas plisadas que por debajo se suman unas pantalonetas y con zapatillas de colores también se adueñan de su personaje. Su cabello manteniendo las puntas fuera y muy definidas para dar ese aspecto de “chibola rebelde”.