Carta de una madre soltera a su hijo: "Eres mi motor para seguir adelante"
Únete al canal de Whatsapp de WapaEsta carta abierta fue escrita por una madre soltera que cuida de su pequeño hijo con todo el amor y paciencia que tiene. Ella es una mujer valiente que es capaz de protegerlo de los peores males, porque al final del día es el motor de su vida. Ese bebé en sus brazos es tan amado y deseado que no hay nada que pueda alejarlo de ella.
Si bien la vida es algo distinta a vista de la sociedad, el amor de una madre no tiene comparación y puede amar el doble si hace falta. Ella es quien busca darle cada minuto de felicidad y hacerle entender que no necesitan a aquel hombre que los abandonó. Su valentía y fuerza para seguir adelante la impulsan a luchar por su hijo.
En la carta abierta se expresa el amor, orgullo y felicidad de verlo crecer como una madre soltera. Aunque no sepa a qué edad leerá la carta, ella escribió esas palabras para expresarle todo el cariño que siente. El amor puede vencer muchos obstáculos y este es uno de los más grandes que las madres solteras deben vivir. Es un camino que con valor podrán superar y salir victoriosas.
Carta de una madre soltera a su hijo
“Hola, mi amor:
Sé que falta mucho para que tengas la edad suficiente y puedas leer esta carta. Ahora te tengo aquí, echado en mi regazo cansado de tanto jugar. Te veo y puedo jurar que jamás he visto algo tan bello como tú en mi vida.
Dicen que para una madre su hijo siempre será el mejor. Yo no sé qué pensarán otras mujeres, pero tú para mí eres mi motor para seguir adelante y no desfallecer en el intento. Estás aquí conmigo, tan tierno e indefenso que podría quedarme por toda la eternidad contemplándote, velando tus sueños.
Sé que muchas veces me has preguntado por tu papá, por cómo era y por qué no está con nosotros. Se me parte el corazón por completo cuando veo cómo te quedas impactado observando como a otro niños los recoge sus papás y no solo su mamá como lo hago yo contigo.
Pero debes saber algo, vida mía. Los motivos por los que tu padre no está para ti ya no importan. Aquí tienes suficiente madre que vale por dos: te doy el doble de caricias, de besos, de abrazos, de mimos, y créeme que si tuviese dos corazones te los daría por completo.
Nuestra vida jamás ha sido fácil, pero eso nos ha unido más. ¡Somos más fuertes que nunca! Tal vez no te estaré dando todos los lujos que quisieras, pero créeme mi amor que todos los días me esfuerzo al máximo para que no te falte nada.
Sabes, estoy muy orgullosa de ti. Sí, así como lo lees. No tengo idea de a qué edad leerás esto, pero quiero que se te quede marcado que hoy, mañana y siempre estaré por orgullosa de ti. ¿Por qué? Simple. Por tener ese corazón tan dulce y fuerte a la vez. Porque a pesar de tu corta edad logras comprender con facilidad.
Por todas esas veces que me viste triste o angustiada y viniste a darme un abrazo y a decirme lo mucho que me querías. O por esa tarde en la que viste que solo teníamos el dinero exacto para el pan y no pediste ningún dulce a pesar que estaban en la vitrina esos chocolatitos que tanto te gustaban. Por alegrarme el día dibujándome una sonrisa enorme con tus crayones cuando ya no me quedaban fuerzas para reír.
Gracias por ser tú, por ser mi hijo, por hacerme madre. Eres y serás el amor de mi vida. Te ayudará siempre y me preocuparé por ti así tengas 70 años.
Te ama con todo su corazón, mamá”.
Carta de una madre soltera hacia el padre que abandonó a su hijo
Y es que no solo las palabras están dirigidas hacia aquel pequeño que cada madre cuida en sus brazos, a veces es hora de despedirse para siempre de aquella persona que los abandonó cuando más lo necesitaban.
" Aún recuerdo cuando te dije que estaba embarazada; fue un proceso muy largo, y aunque al principio me hiciste creer que te emocionaba la idea de ser padre, tu abandono y tu falta de apoyo durante esa etapa me demostraron lo contrario. En el fondo siempre supe que nunca sacrificarías tu libertad y tu estilo de vida para ser mi esposo, mucho menos para ser padre.
Mi embarazo fue un momento agridulce, pues al principio pensé que estaba sola. Nunca me acompañaste a ninguna cita, no me preguntabas cómo me sentía y mucho menos te importó involucrarte en las compras o los preparativos para armar el cuarto donde dormiría nuestro hijo. Pero ese dolor ya pasó, se fue pronto y hoy tengo una manera distinta de ver las cosas. Y cuando sentí sus pataditas en mi vientre por primera vez, me di cuenta de que jamás estaría sola de nuevo.
Cuando te fuiste lloré como nunca antes, porque de un momento a otro me di cuenta de que tendría que sacar adelante a mi hijo sola y tuve mucho miedo. No me sentía capaz de lograrlo, sentía que la vida se me iba y que yo no sería suficiente para que mi bebé, esa criatura tan pequeñita y frágil, estuviera bien. Pero afortunadamente me equivoqué.
No voy a juzgarte y tampoco le voy a negar a mi niño el derecho de saber que tiene un padre, aunque nunca hayas estado ahí cuando se enfermó, ni en sus festivales escolares, ni esas noches cuando el monstruo del armario lo aterrorizaba. Pero eso no importa, ¿sabes por qué?, porque siempre fui suficiente para él. No le negaré la verdad, pero tampoco voy a formarle una imagen de ti. No te niego verlo, simplemente tú no quisiste acercarte nunca, y de ahí él formará su propia imagen de ti.
Sólo me queda darte las gracias; de no ser por ti nunca hubiera conocido el verdadero amor, uno que llegó a este mundo pesando 3 kilos con 200 gramos y midiendo 51 centímetros. Ese amor que me dice «buenos días, mami» y me da un abrazo cuando llego a recogerlo a la escuela. Gracias por no ser lo suficientemente valiente para afrontar los cambios que llegaron junto con ese pedacito de felicidad. Erróneamente te veía como el amor de mi vida, pero hoy sé que el que tengo ahora durará para siempre".