¿Por qué se coloca un vaso con agua debajo del ataúd? Conoce la costumbre norteña detrás del dolor

Muchas familias colocan un vaso de agua bajo el ataúd en un velorio como un símbolo misterioso. Su presencia es interpretada como el canal de la vida y la muerte, siendo la ceremonia de despedida su lugar indicado para conectar a la familia con el ser querido que acaba de fallecer.

Esta costumbre es usual en el norte del país, donde consideran que colocar un vaso o bowl lleno de agua ayuda al difunto a aliviar algún dolor o pesar que tuvo en vida. Asimismo, es colocado durante el velorio porque es la última aparición que realiza ante la familia y su despedida de la misma.

Ciertos hogares colocan el vaso con agua para aliviar la sed del fallecido, quien por salud o condición de su muerte no pudo beber el agua necesaria para hidratarse. Esta creencia puede ser confirmada a simple vista, ello porque podrán observar los labios resecos del difunto a pesar del poco tiempo en el féretro.

En este caso, los familiares suelen colocar la última dosis de líquidos como motivo de cumplir su último deseo antes de partir. Su presencia es muy importante en los hogares que acaban de perder un familiar y es una muestra de ayuda hasta en los últimos momentos.

Algunas familias realizan un ritual purificador para convertir el agua bajo el ataúd en una cura para cualquier enfermedad. Para conseguirlo, tienen la costumbre de rezar nueve veces el rosario y cambian el agua la misma cantidad de veces. Es así como obtienen el 'milagroso antídoto'.

El noveno vaso de agua es entregado a una persona que se encuentre en un estado de salud delicado para que puedan beberla. Es importante mencionar que, las situaciones pueden variar de acuerdo al lugar de donde proviene la persona. Asimismo, estas creencias pueden ser afectadas de acuerdo a cada familia y de la zona en que se ubiquen.

Cabe resaltar que, el cambio de agua también es una forma de alejar las malas energías del cuerpo del difunto, ello en busca de que tenga una transición tranquila al más allá. En este caso, los norteños cuentan que es una forma de ayudar a que el cadáver se mantenga conservado y no se hinche con el pasar de las horas.