Mónica Santamaría: La hermosa y eterna dalina que nunca pudo derrotar la depresión, la fama y un chantaje sexual

Mónica Santamaría es sinónimo de belleza e incluso de majestuosidad. Sin embargo, la muerte de la ‘dalina chiquita’ del recordado programa ‘Nubeluz’ entristeció a propios y extraños. El impacto fue en especial a todos los niños y niñas que seguían el programa ya que no podían entender qué había sucedido. Lo cierto es que Mónica Santamaría no pudo derrotar a sus demonios internos y perdió la vida la madrugada del 13 de marzo de 1994.

Ella saltó a la palestra des muy pequeña, pero sin duda pasó a la eternidad el 4 de setiembre de 1990 cuando se lanzó el programa infantil Nubeluz. Si bien era un producto peruano, su éxito radicó en casi toda América Latina. El mencionado programa daba inicio a un mundo mágico que si bien estaba dirigido a los pequeños del hogar también podrían participar los adultos.

Nubeluz estaba bajo la conducción Mónica Santamaría y Almendra Gomelsky. Ellas eran las dalinas de todas que encantaron desde el momento de su aparición en las pantallas de todos los televisores en la región del sur. En algún momento se comparó a estas dos conductoras como ‘la Mary Poppins’ de los más pequeños del hogar.

“Su carisma, talento para el canto y baile, y su objetivo para iniciar una carrera en la televisión fueron algunas de las características que la llevaron a convertirla en una de las animadoras infantiles más famosas de las últimas décadas” fue lo que alguna vez se dijo de Mónica Santamaría. Ella nació el 6 de diciembre de 1972. Sus padres fueron Danilo Santamaría y Judith Smith, quien era una ciudadana canadiense.

Sus primeros años de estudio los cursó en el exclusivo colegio miraflorino ‘Nuestra Señora del Carmen’ mejor conocido como “Carmelitas”.

Mónica brilló con una luz única e innata ya que desde muy pequeña fue el foco de atención de los cazatalentos. Ella  tenía cabello castaño, finas facciones, una hermosa sonrisa y ojos azules, por lo que su incursión en el mundo del modelaje fue casi natural. Todo empezó cuando tenía 9 años y grabó su primer comercial. Pero no sería hasta 1985 con el comercial Ammens que ella sería sensación y furor a nivel nacional e internacional.

Con tan solo 14 años se convirtió en la modelo principal de la marca Yambal. Aquí conoció a quien se convertiría en su mejor amiga, Almendra Gomelsky. Lo cierto es que ambas se hicieron muy famosa con Nubeluz.

En diciembre de 1989 ella se graduó con honores del colegio Carmelitas y tras algunos meses, ella pasó un casting para elegir a una conductora de un programa infantil. Por supuesto, ella lo pasó y fue seleccionada para dicho trabajo. Su desenvolvimiento ante cámaras era espectacular y sorprendente. Ella se robó las palmas y los corazones de quienes la vieron a través de las pantallas.

“No tienes que estar triste, tú siempre debes estar contento, porque vives, porque estás aquí, en un mundo precioso. Tienes amigos, familia, gente que se preocupa por ti. Tienes que estar alegre siempre”, es lo que siempre se le escuchaba decir a Mónica Santamaría cada vez que empezaba el programa que no solo ‘la rompió’ en sintonía en el Perú son también en el extranjero.

Es claro que ella nunca dejó de bosquejar una sonrisa en su rostro, vivía una realidad totalmente diferente cuando se apagaban las cámaras de Nubeluz. Según lo que han contado reiteradas veces personas cercanas a ella, se conoció que adoraba a sus hermanas, pero no tenía una buena relación con sus padres. Incluso se dijo alguna vez que ella esperaba con muchas ansias cumplir la mayoría de edad para alejarse de ellos.

La ausencia del apoyo de sus padres para desarrollar una carrera artística la afectó mucho emocionalmente y fue la punta del iceberg para la mala relación que sostenían ambos. Ella sentía una profunda soledad y por ello sentía que sus metas y anhelos no podrían concretarse.

La popular dalina en alguna oportunidad asistió al programa de Gisela Valcárcel y en aquella oportunidad no tuvo problemas en revelar que era muy enamoradiza y que esto se debía a su propia personalidad. Uno de sus amores más polémicos fue sin duda con Diego Ferrand Palacios con quien terminó muy mal.

En aquella oportunidad ella ingirió un frasco de pastillas pero al ser encontrada a tiempo el caso no pasó a mayores pero eso ya era un indicio claro que Mónica debía ser atendida. Luis Carrizales Stoll, productor general de Nubeluz, habló para el programa Vidas Secretas que: “No me sorprendió que lo haya intentado varias veces. Personas así nacen con una pistola bajo el brazo”.

Tras este romance, se le conoció varias relaciones sentimentales de poca duración. Algunos fueron con el desparecido actor, Diego Bertie, y con Arturo Bayly. Fue con éste último que se vio involucrada en un chantaje sexual del denominado “Clan Calígula”, banda criminal que grababa a famosos en su intimidad para poderlos extorsionar.

El sábado 12 de marzo de 1994, Mónica acudió junto a su novio ‘Tino’ a una boda de un amigo del empresario. Mónica como siempre fue el centro de atención ya que era aclamada por grandes y pequeños que estuvieron en la velada. Tras varias fotos y autógrafos, Mónica le reveló a su novio que deseaba casarse y formar una familia.

El problema fue la respuesta que él dio. El no se sentía totalmente listo para dar ese paso tan importante en su vida. La molestia de la dalina no se hizo esperar y abandonó el recinto para abordar un taxi que la llevaría a un exclusivo barrio de La Molina. Este sería el último lugar donde estaría con vida la presentadora de televisión.

Él avisó a los padres de Mónica para notificarles de dicha medida y ella acudieron a donde ella se encontraba. Lo cierto es que cuando llegaron la vieron bien y decidieron retirarse. Lo cierto es que a las 3 de la mañana ‘la dalina’ colocó el arma en su boca y apretó el gatillo.

El lunes 14 de marzo sus progenitores la encontraron ensangrentada y alrededor de su cuerpo había 60 pastillas de Rohypnol, fármaco que sirve para conciliar el sueño. Una vez conocido los hechos, la televisión nacional anunció que Mónica Santamaría se había suicidado. Almendra Gomelsky fue quien a pesar del profundo dolor que sentía debía salir al frente y comunicar que ‘la dalina’ ya no volvería a sonreír nunca más.