El mejor acto de Glenn Close: saber perder

“Y el Óscar va para...”. Nuevamente Glenn Close fue testigo de cómo la distinción a Mejor Actriz se lo llevaba otra de sus colegas, en este caso, Olivia Colman por su interpretación en La Favorita. Close, que es tan inteligente como talentosa, sabía que el trabajo de la británica Colman también estaba a la altura del galardón.

Mientras Olivia Colman subía a recibir la estatuilla, es probable que Close haya realizado por unos segundos su mejor interpretación: La de ocultar la frustración, mantener la calma, sonreír y dar catedra de cómo comportarse ante la derrota sabiéndose igual de favorita, no solo por su magistral actuación en La buena esposa, sino por las tantas veces que el premio le ha sido esquivo.

En los días previos la actriz de Connecticut fue consultada respecto a qué sentía respecto a ganar o no la preciada estatuilla de Hollywood, a lo que respondió: “Hace años me preocupaba, hoy ya no, nunca me he sentido más realizada que en este momento de mi vida, nunca sentí tanto anhelo por lo que está por venir”, esto último en relación a su proyecto más ansiado: el rodaje del musical de Broadway Sunset Boulevard.

Glenn Close ha erigido una larga y ejemplar carrera desde 1974, donde se desempeñó como actriz de teatro hasta principios de 1980. Su primer papel en el cine fue en 1982 cuando actúo en El Mundo según Garp, desde entonces su carrera no paró de crecer, sin embargo, tener el récord de ser la actriz con más nominaciones (siete) y nunca haber ganado el Óscar debe ser un desafío que ojalá Glenn pronto pueda vencer, merecido lo tiene.