Terremoto en Yungay, 53 años después: el terremoto que sepultó una ciudad y en lutó al país en solo 45 segundos

El 31 de mayo, pero de 1970 los peruanos vivieron una de sus peores tragedias debido al terremoto que desoló la ciudad de Yungay en la región de Áncash. Eran las tres y veintitrés y los hogares en el Perú se alistaban a servir el almuerzo atrasado tras perder presenciar el partido inaugural del mundial México 70. Aquel día jugaba el equipo anfitrión y la Unión Soviética. Nada hizo presagiar el movimiento telúrico que remecería y que acabaría con toda una población.

En esta nota de WAPA recordaremos todo lo que acaeció el domingo 31 de mayo de aquel año y porque es un tema sensible para todos los peruanos.

A las 3 y 23 de la tarde de hace 53 años el país entero experimentó un terremoto de 7.9 grados en la escala de Richter y cuyo epicentro fue a 44 kilómetros al suroeste del puerto de Chimbote. Este movimiento provocó que millones de peruanos salieran despavoridos de sus viviendas y buscarán un lugar seguro. Testigos del hecho indicaron que el sismo fue de menor a mayor intensidad. Además, sostuvieron que parecía que la misma tierra se abriría en cualquier momento.

Lo cierto es que los 45 segundos que duró el sismo se hizo una eternidad para todos aquellos que lo vivieron. Muchos de los ciudadanos gritaban: “¡Señor aplaca tu ira!”. Cuando terminó todo, ello no quedó ahí pues cada cierto tiempo había réplicas, unas más fuertes que las otras. Es ahí y tras varias horas que se conoció cómo había sido el terremoto y qué había pasado con la cuidad de Yungay. Hay que recordar que en los 70, las comunicaciones no eran como hoy en día y tampoco existían las redes sociales.

Por otro lado, el horror vino después cuando se conoció que, tras el fuerte terremoto, un alud sepultó con lodo y escombros la ciudad de Yungay. También se comunicó en aquel entonces que las personas que estaban en el pueblo habrían perecido. ¿Qué ocurrió? Lo que sucedió fue que en la zona alta de este pueblo había una laguna, pero con el terremoto le cayó un bloque de hielo de uno de los nevados que se encontraban en la zona provocando que la misma se rebalse y toda el agua sepulte a las personas que estaban en la ciudad. Solo se lograron salvar aquellas que estaban pasteando a sus animales en las zonas altas del mencionado pueblo.

Como se dijo un alud sepultó todo lo que antes era conocido como Yungay. Una vez ocurrido el sismo y el posterior alud, se reportó un total de 80 mil muertos y un total de 20 mil desaparecidos.  Por otro lado, en aquella época y pese a que las comunicaciones no eran muy fluidas como en la actualidad, se declaró que el 1 de junio (lunes de 1970) las clases escolares sean postergadas debido al sismo y el gobierno de Juan Velasco Alvarado (gobierno militar) destinó ayuda. Lo mismo ocurrió cuando con todos los peruanos quienes destinaron todo tipo de ayuda para los damnificados por la catástrofe ocurrida en aquel año.

Uno de los relatos más impactantes fue cuando el recordado camarógrafo, Roque Zacarías, de Canal 4 y el reportero gráfico, René Pinedo, de Caretas sostuvieron que para llegar a la zona de la catástrofe tardaron varios días debido a que la carretera desde Lima estaba totalmente destruida. Por otro lado, explicaron que hubo momentos en que tuvieron que hacer largas caminatas y que los aviones de ayuda no podían llegar a la zona de la emergencia debido que había una nube de polvo que ensombrecía el lugar.

Tras el terrible terremoto que asoló al país, el mundial México 70 no quedó en segundo plano ya que fue el momento en que la selección peruana de fútbol dio algo de alegría a todo un país que estaba en luto debido a esta catástrofe que solo había ocurrido dos días antes del encuentro entre la blanquiroja y Bulgaria.

Si bien en un inicio Perú caía ante el equipo europeo por 0 tantos a 2, luego supo remontar y terminó ganando el encuentro por 3 goles a 2. Lo cierto es que, pese a toda la desgracia, los peruanos siempre demostraron unión y pudieron superar este terrible suceso. Los trabajos de reconstrucción o se hicieron esperar y si bien nunca se recuperó la ciudad de Yungay los damnificados fueron favorecidos con ayuda de la población y el gobierno de aquel entonces. Además, se determinó que todos los 31 de mayo de cada año se declare como el Día Nacional de Prevención de Sismos.