Derrame de petróleo: pescadores están a la deriva en un mar "negro"

Una hecatombe para la flora y fauna del mar de Grau. El derrame de petróleo en el mar ya arrasó con más de un millón de metros cuadrados en toda la costa peruana; en ese mismo periodo cientos de pescadores artesanales chalacos y anconeros han detenido sus labores ante las malas condiciones que les impide extraer el recurso con el que viven día a día.

Jorge Rodríguez, espinelero (pescador de alta mar), a las 5 a.m. inicia la descarga de los bonitos y pericos que ha extraído en la madrugada de ayer. En conversación con La República, el emprendedor admite que la contaminación no afectó la pesca de su embarcación, pero ha generado un sobrecosto de casi S/ 40.000 por la compra de tres cisternas de agua dulce que tendrá que mezclar con sal para lavar las 20 toneladas de pescado cazado, debido a que el agua de mar está contaminada.

Una hora y quince minutos después, hacen su aparición los rederos (hombres del mar que usan la red como su principal herramienta). Al límite del muelle, Pablo Victorio (65 años), con 52 años como pescador, espera al chalonero (persona que usa un bote con remo) para trasladarlo a su embarcación, en el que acomodará las redes. Tres minutos luego llegan a la barca.

Tawa, como prefiere que lo llamen, cuenta que hasta hace siete días llenaba como máximo dos jabas con hasta 8 manojos (8 docenas) de lorna y lisa, lo que le generaba ingresos de entre S/ 50 y S/ 80 diarios, ya que cada manojo se vendía a S/ 5,00. Esta escena se repite con Edgar Oscanóa, pescador de mariscos, y sus 63 compañeros más de la asociación de marisqueros artesanales cuyas pérdidas en el día alcanzan los S/ 150.

“Necesitamos un apoyo real del Estado o de la empresa”, manifestó. De momento, el Gobierno les está brindando canastas con víveres, los cuales no serían suficiente para las familias que han sido afectadas con el derrame de petróleo.

Según Gregorio Pacheco Campos, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón (Apesca), gremio que alberga a más de 800 socios, la pérdidas diarias bordean los S/ 60.000. “Ahorita estamos siendo afectados cientos de compañeros que trabajan en la costa”, detalló.

Del mismo modo, dio cuenta de que Apesca también ha perdido ingresos de hasta S/ 5.000 por día, debido a que no pueden alquilar las bombas succionadoras de agua salada.

“Nosotros succionábamos el agua y le cobramos al mayorista para que genere un ingreso a la asociación. Estamos perdiendo aproximadamente más de S/ 5.000 de las grandes embarcaciones”, añadió el dirigente a la República.