Gabriel Boric: ¿Quién es el líder estudiantil que se convirtió en el presidente más joven de Chile?
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl izquierdista Gabriel Boric, de 35 años, se convirtió este domingo 19 de diciembre en el presidente más joven de Chile, un país con grandes desigualdades sociales que el líder milenial quiere resolver promoviendo un Estado de bienestar.
Boric nació en la austral ciudad de Punta Arenas, 3.000 km al sur de Santiago, en el seno de una familia de clase media de bisabuelos croatas y catalanes. Es el mayor de tres hermanos y emigró a Santiago para estudiar derecho en la Universidad de Chile, pero aún no se ha titulado.
Soltero y sin hijos, está comprometido hace casi tres años con la cientista política Irina Karamanos. Lector ávido, dice que le relaja la poesía y la historia. Sus detractores le reprochan su falta de experiencia para liderar un gobierno y sus posturas más extremas del pasado, por las cuales ha pedido perdón o ha declarado que fueron un error.
“Nuestra generación irrumpe en política el 2011 despercudiéndose un poco de los miedos que había generado la dictadura y los pactos de la transición”, dijo en una entrevista con AFP antes de la primera vuelta.
Aludió así a la Concertación, coalición de centro-izquierda que desde 1990 gobernó buena parte de los 31 años de democracia, y que hoy yace desintegrada y desprestigiada como reflejo de la gran crisis de confianza institucional, pero que en segunda vuelta se cuadró detrás de su figura.
Ha dicho que, como presidente, quiere “asegurar un estado de bienestar para que todos tengan los mismos derechos, sin importar cuánta plata tienen en la billetera”.
“Queremos avanzar hacia un Estado de bienestar. El título que le pongan no me preocupa. Si es socialdemócrata, en buena hora”, afirmó Gabriel Boric el martes 14 en su último debate frente a su rival de extremaderecha, José Antonio Kast.
La victoria de Boric fue reconocida de inmediato por Kast y provocó los mejores deseos del presidente saliente, el conservador Sebastián Piñera, en una llamada telefónica que tradicionalmente es sintonizada por todos los canales de televisión.
Boric, para quien “el país saca lo mejor de sí cuando estamos unidos”, dirigirá una nación que redacta en una Convención Constituyente su nueva Constitución, emanada de las protestas sociales de octubre de 2019. También tendrá que lidiar con la crisis económica derivada de las restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus.
Durante la última campaña, ambos candidatos que se disputaban la presidencia de Chile, manifestaban sus posturas e ideales con diferentes mensajes. “Chile no es ni será jamás un país marxista ni comunista”, dijo el candidato Kast durante cierre de sus apariciones públicas antes de las elecciones.
Por su lado, Boric indicaba que “solo va a traer inestabilidad, más odio y violencia” a Chile si ganaba su rival. “Somos los herederos de los que han luchado por hacer de Chile un país más justo y digno”, alegó en su discurso de cierre de campaña, durante la cual propuso un país centrado en mejorar los derechos básicos de una población que acusa una grave desigualdad después de seguir por 31 años el modelo neoliberal impuesto durante la dictadura de Pinochet.
A pesar que Boric dice que le “queda mucho por aprender”, asegura que quiere nutrirse de la “experiencia” de exmandatarios que criticó cuando era dirigente estudiantil y diputado, entre ellos los socialistas Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010; 2014-2018). Ambos le dieron un espaldarazo sin fisuras en las últimas semanas.
“Yo diría que su honestidad y transparencia, su apertura al diálogo, son dos de las mayores virtudes de Gabriel, y eso en un próximo presidente para Chile es crucial”, resaltó su hermano Simón Boric, periodista de 33 años en declaraciones a la AFP.
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Queda poco del joven barbudo y despeinado que lideró la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y que, en 2014, cuando tenía 27 años, asumió un primer mandato de diputado. Hoy viste de chaqueta y camisa, con el pelo más corto, la barba ordenada y lentes.
En la campaña del balotaje pidió que “la esperanza le gane al miedo” frente a las críticas recibidas que lo tildan de “extremo” por su alianza con los comunistas.