Investigadora de la PUCP: "La meta a marzo debería ser de colegios abiertos al 100%"

De vuelta a clases el próximo año. Norma Correa, docente y antropóloga de la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP), estimó que los sectores Salud y Educación deberían plantear metas más concretas para el retorno de los estudiantes a clases presenciales, y señaló que a marzo todos los colegios a nivel nacional ya deberían estar operando en su totalidad.

En conversación con el programa 'Nada Está Dicho' de RPP televisión, destacó que la jefa del Gabinete, Mirtha Vásquez, haya mejorado la meta de la vuelta a la presencialidad al indicar que en julio del próximo año el 99% de escuelas estarían abiertas; sin embargo, opinó que ello es suficiente.

"El plan de emergencia educativa de la gestión de (Juan) Cadillo decía que al 30 junio de 2022 debían abrir el 50% de colegios, la premier ha mejorado esa meta, pero no es suficiente porque necesitamos metas en el corto plazo, a diciembre y marzo. La meta a marzo debería ser abierto al 100%, aquellos colegios que no puedan hacerlo por diversos motivos serán la excepción, pero no puede ser al revés", expresó.

Para ello, refirió, se necesita "un liderazgo más claro del sector Educación"; no obstante, aseguró que el "rol crucial" lo tiene el Ministerio de Salud. "Es el llamado a liderar la comunicación en materia sanitaria y tiene que generar una estrategia específica para el retorno a las aulas", acotó.

También instó a los gobiernos regionales y locales a sumarse a este esfuerzo facilitando los espacios públicos para actividades escolares; del mismo modo, exhortó a los sindicatos a tener una "postura clara" y no "reproducir noticias inexactas sobre el estado de la pandemia".

La investigadora lamentó que 19 meses después de iniciada la pandemia de la COVID-19 en el país, la educación básica sea la última de las actividades en reactivarse.

"La política del miedo nos ha hecho mucho daño. Es cierto, hemos tenido una experiencia muy traumática con la pandemia, pero ya se activaron un conjunto de actividades sociales, y las escuelas se dejaron al final, se quiso proteger a los niños, pero al final se les hizo un gran daño", manifestó la especialista.

En su opinión, "los niños y adolescentes siguen pagando un altísimo precio por las libertades de los adultos, es una injusticia intergeneracional que tenemos la obligación de corregir".