Pose del jinete: la postura sexual más peligrosa que puede romper el miembro de tu pareja

El acto sexual es un momento importante para la pareja, por ello es necesario contar con mucha imaginación y deseo de probar nuevas posturas que aumenten el placer. Algunas poses sexuales ayudan a conseguir una penetración más profunda, mientras que otras son consideradas como las más orgásmicas. Cada una cumple un rol fundamental en el placer, deseo y éxtasis a generar en la pareja para despertar aquellos sentires únicos de las relaciones sexuales.

Aquella llama del placer y deseo sexual puede ser encendido con una simple postura que es considerada como la más buscada por los hombres. Esto se debe a las sensaciones generalizadas en el cuerpo y las miradas cómplices que comparte la pareja en el acto. La pose del jinete es una donde uno de los dos debe colocarse encima del otro para seguir los puntos más importantes.

La postura puede ser la más deseada y placentera para la pareja; sin embargo, también podría ser la más peligrosa si es mal practicada. Si deseas probar algo distinto en tu relación y ser quien tome el control del momento, esta nota es para ti.

La pose del jinete tal vez es conocida por ciertas parejas, quienes posiblemente hayan probado una de sus variaciones en el acto sexual. Para iniciar por esta postura deberán colocarse encima sin alcanzar la penetración, ello porque el juego previo es muy importante para aumentar el placer. La mirada de ambos deberá estar conectada y es recomendable encontrarse mutuamente durante el acto.

En este caso, deberán acariciar suavemente el miembro de la pareja para iniciar con cortos movimientos, los cuales dependerán del gusto de la pareja. Es importante mencionar que, antes de iniciar el propio acto sexual no deberán olvidar usar un método de protección. Tras dicho consejo, deberán colocarse en cuclillas sobre su pareja o sentarse para evitar accidentes futuros, todo dependerá el nivel de intensidad que deseen probar.

Luego será necesario iniciar con movimientos de arriba hacia abajo de manera lenta, pero constante. Asimismo, podrán acompañarlo de movimientos circulares e incluso hacer un espectáculo erótico mientras se encuentran realizando los movimientos. La estimulación de la pareja puede ser sensorial y visual, por ello no se deberá dejar de lado las acciones de toques propios y autoplacer a vista ajena.