Bayly denuncia que Barnechea y Ortiz de Zevallos querían estafar a su madre con 350 mil dólares

“Alfredo Balmaceda tiene setenta años y ha dedicado su vida a la política. Se presentó a una alcaldía y perdió. Se postuló a una banca en el congreso y perdió. Aspiró a la presidencia de la nación y perdió. Más que un político profesional, es un diletante de la política, un diletante de la literatura, un diletante del periodismo”.

Así inicia su última columna de opinión el controversial periodista y conductor de televisión Jaime Bayly, quien esta vez también escribió bajo seudónimos, como tiene nos tiene acostumbrado, sobre Alfredo Barnechea y Gonzalo Ortiz de Zevallos.

Según su publicación, Bayly asegura que Barnechea y Ortiz de Zevallos querían estafar con 350 mil dólares su madre con el cuento de conseguir "las pruebas del fraude comunista para salvar al Perú”.

Bayly relata que su esposa Silvia, le dice que dos “amigos” quieren hablar con él urgentemente, a lo que él se queda pensando sorprendido porque se jacta de no tener vínculos amicales con nadie, de haberlos perdido todos debido a sus novelas y sus relatos, vampirizándolos, desfigurándolos en la ficción.

De inmediato, el periodista le manda un correo a Barnechea indicándole que no habla por teléfono, que le hace daño porque es bipolar y padece de trastornos sensoriales, por lo cual no lo llamará y que le escriba cómo puede ayudarle.

Minutos después, Barnechea responde que no puede contarle por esa vía y que sus emails están siendo intervenidos por agentes de la dictadura, reiterándole que era muy urgente que hablen. Bayly asegura que no lo llamó y recordó que la última vez que hablaron, le aconsejó que, si no ha podido ser presidente, debería aspirar a ser embajador en España, este vivía en Madrid.

Silvia, la esposa de Bayly le enseña los mensajes que le enviaba insistentemente Gonzalo Ortiz de Zevallos, que acudía a ella, sin conocerla, solo con el objetivo de hablar con el escritor peruano.

“Es un asunto gravísimo que tiene que ver con la salud moral de nuestra Patria” decía en los textos que seguía recibiendo Silvia, quien se encontraba desconcertada porque no se explicaba cómo consiguieron su número de celular, ya que no conocía a ambos y nunca los había visto en persona.

Jaime Bayly, llegó a la conclusión que su madre, era la que “distribuyó” el número de teléfono de su esposa, porque saben que hablar con él directamente era imposible. Del mismo modo, el periodista respondió a Ortiz de Zevallos argumentando por qué no habla por teléfono y que le explique el asunto que desea tratar por email.

 “Invoco tu sentido de la Patria”, le responde Ortiz de Zevallos. Pero Bayly se queda inquieto sobre lo que está pasando y la insistencia de hablar con él.

Por lo cual, decide hablar con su hermano y este le resume todo lo acontecido. Según la columna de Bayly, Alfredo Barnechea y Gonzalo Ortiz de Zevallos le habían solicitado ese dinero a su madre y ella había aceptado entregárselos.

Pero el problema, por el cual buscaban desesperadamente a Jaime, porque él es el fideicomiso de la familia, en resumen, si él no aprobaba la transacción, su madre no podría entregar ni un dólar a Barnechea ni Ortiz de Zevallos.

Desde ese momento, Jaime Bayly entendió todo y comenzó a armar el rompecabezas. Muy furioso asegura, escribió de inmediato a ambos políticos y les indicó que no permitirá que estafen a su madre, a lo que Barnechea no respondió en absoluto y Ortiz de Zevallos le indicó que su madre les había ofrecido una donación de los 350 mil dólares.

“Usa tu propio dinero, Gonzalo. Deja en paz a mi madre. Y si quieres destituir al presidente por la vía legal, consigue los votos en el congreso” cerró la conversación indignado Jaime Bayly.