Conoce la historia de Gia Carangi, la primera supermodelo del mundo que vivió un trágico final
Únete al canal de Whatsapp de WapaEn la actualidad, la mayoría de nosotros está familiarizado con el término ‘supermodelo’ pues además de ser íconos de moda, también sostienen el título de celebridades. Pero antes de los nombres que todos conocemos (Kate Moss, Naomi Campbell y Claudia Schiffer) estuvo Gia Carangi, considerada la primera supermodelo del mundo. Lamentablemente, no muchos están familiarizados con ella pues a pesar de su rápido ascenso y el éxito que gozó a inicios de su carrera, esta modelo tuvo un fuerte descenso que la llevó al abuso de sustancias, prostitución y finalmente la muerte por complicaciones relacionadas al SIDA. A continuación, te contamos su historia.
Gia Carangi nació el 29 de enero de 1960, en Filadelfia, Estados Unidos en el seno de una familia de clase media. Su padre, un italoamericano dueño de un restaurante y su madre, un ama de casa con un pasado de ex modelo de catálogo, tenían un matrimonio disfuncional en el que habituaba la violencia. Esto concluyó con su separación cuando Gia tenía apenas once años, así como el abandono del hogar por parte de madre y hermanos, hecho que dejó a la futura modelo viviendo con su padre. Esta ausencia y su infancia fracturada dejaron un vacío que desató una rebeldía dentro de la joven.
Desde temprana edad, Gia Carangi fue conocida como una muchacha rebelde y sin filtro que no temía en mostrar su lado más auténtico. En su adolescencia, Gia empezó a frecuentar clubs y bares gays de Filadelfia; de hecho, ella fue una de las primeras supermodelos en declararse abiertamente homosexual, motivo por el cual es considerada un referente en la comunidad LGBT. Además, Carangi formó pate de los Bowie Kids, un grupo de fans del legendario cantante que imitaban su glamurosa y excéntrica forma de vestir (en su caso, Gia usaba prendas más masculinas) y desafiaban los conceptos de género y sexualidad establecidos.
TAMBIÉN LEE: Allison Pastor le añade su esencia personal a la tendencia de los 'flared jeans' con vibrante look
En poco tiempo, Gia Carangi se volvió una especia de celebridad local gracias a su espíritu rebelde, pero sobre todo por su belleza natural, la cual desafiaba de las pasarelas pues tenía una estética ruda y masculina. Esto hizo que con tan solo 16 años, Gia llame la atención de importantes personajes relacionados al mundo de la moda, entre ellas la modelo Wilhelmina Cooper. Ella se convirtió en la mentora de la joven y se encargó de desarrollar todo el potencial que su imagen andrógina ofrecía.
La popularidad de Gia Caragni aumentó rápidamente y prácticamente, de la noche a la mañana se convirtió en una sensación en el mundo de la moda. Tal era su demanda que la joven adolescente era solicitada por grandes firmas como Versace, Yves Saint Laurent, Armani y más. Además, en poco tiempo, Gia apareció en la portada de la revista American Vogue y Cosmopolitan, por lo que para los 19 años, ya ganaba más de $100,000 dólares al año. Esto la convirtió en la modelo mejor pagada del mundo e hizo que sea reconocida como la primera supermodelo del mundo. No obstante, la fama y la presión de estar en la cima a una edad tan joven hicieron que Gia tome un camino de autodestrucción.
MIRA TAMBIÉN: Allison Pastor causa furor en redes con un fascinante bikini multicolor de origen retro
En su adolescencia, Gia Carangi empezó a consumir marihuana, cocaína y metacualona, pero esto empeoró cuando se mudó a la ciudad de Nueva York. Cuando se instaló en la Gan Manzana, la modelo empezó a frecuentar todo tipo de bares, discotecas y clubs nocturnos de la época disco, un ambiente de excesos donde le dio inicio al abuso de heroína, una droga que acabó con todo lo que había construido hasta el momento. La muerte de su mentora Wilhelmina Cooper en 1980 y la separación de su pareja Sandy Linter dejaron a Gia devastada, por lo que buscó consuelo en la heroína hasta rápidamente convertirla en adicta. De esta manera, Carangi empezó a presentarse drogada al trabajo, llegar tarde, quedarse dormida frente a cámaras y en general, ser una persona realmente difícil de tratar. Fue así como en poco tiempo pasó de ser una de las modelos más solicitadas a quedarse sin empleo.
La dependencia de Gia Carangi a la heroína se volvió tan grave que las agencias de modelaje decidieron alejarse de ella. Incluso, sus amigos y colegas se alejaron pues no querían perder sus empleos o reputación al ser asociados con ella. Pese a sus intentos de alejarse de las drogas, su adicción demostró ser más fuerte y la necesidad hizo que la ex supermodelo, que alguna vez tenía una vida de lujos y glamour, quede desempleada, en bancarrota y sin hogar.
NO DEJES DE LEER: Juliana Oxenford disfruta del sol acompañada de moderno bikini navy blue de estampado de rayas
A fines de 1985, Gia Carangi se convirtió en trabajadora sexual en Atlantic City para poder sustentar su adicción a la heroína. Meses más tarde, fue admitida en un hospital por un caso de neumonía, hecho que llevó a los médicos a descubrir que había contraído VIH: la enfermedad más temida de la época. Además, se conoce que fue golpeada, sufrió de abusos sexuales e incluso fue dada por muerta. Tras un rápido deterioro de su salud, el 18 de noviembre de 1986 Gia Carangi falleció a los 26 años, sumándose a la lista de celebridades afectadas por este virus. Su madre la acompañó en todo momento hasta su último respiro.
Muerte y legado
El fallecimiento de Gia Carangi fue manejado con mucho secretismo y de manera íntima entre su familia. El 23 de noviembre de 1986 se realizó un pequeño servicio en una funeraria, pero ningún personaje del mundo de la moda asistió. Su atención ya estaba dirigida en otra joven modelo que se volvió en su ‘reemplazo’ pues compartía su look masculino: su nombre es Cindy Crawford, que incluso por un tiempo fue llamada “Baby Gia”.
La agitada vida de Gia Carangi llamó la atención de Holllywood y doce años después de su muerte apareció el filme ‘Gia’. Protagonizado por Angelina Jolie, la película biográfica relató las tragedias de su vida, y además de darle un Globo de Oro y premio del Sindicato a su intérprete, dio paso a nuevos proyectos sobre la historia de la modelo, así como un diálogo más abierto sobre la adicción y las drogas.