Innovadores tratamientos: despídete de las incómodas manchas y cicatrices de tu piel
Únete al canal de Whatsapp de WapaSi tienes la marca de una cirugía, quemadura, corte o cualquier accidente que te dejó una incómoda cicatriz que te limita a usar tu bikini anhelado, el crop top de moda o simplemente, es un parche que ya no quieres ver más en tu piel, debes estar atenta a esta nota que te presenta lo último en tratamiento para intentar disminuir sus huellas y hasta lograr desaparecerla por completo.
Usualmente, una cicatriz permanente crece sobre una herida, además que también se forma como consecuencia de haber sufrido acné o varicela severas. Y, aunque mejoran mucho con el tiempo, es probable que no se eliminen por completo. Para la dermatóloga Edith Sarmiento Quezada, especialista en estética facial y corporal de la Clínica Internacional, actualmente existen diversas opciones para combatir estas marcas que muchas veces afecta nuestra autoestima, sobre todo si las tenemos en una parte muy visible.
Una de las alternativas más solicitadas en nuestro país es el láser corrector de cicatrices, un tratamiento destinado a mejorar el aspecto de las cicatrices o marcas de la piel, en la primera cita el profesional deberá determinar qué nivel de mejora o corrección se podrá obtener para cada tipo de cicatriz. Por ejemplo, las ocasionadas por el acné son algunas de las que mejor responden a esta técnica.
Pero, así como la tecnología avanza, los tratamientos mejoran y nosotros te contamos cuáles son los tratamientos más modernos para iniciar el proceso de eliminación de las cicatrices en tu piel:
Hiperpigmentadas
Se caracterizan porque tienen mayor pigmento que la piel sana de alrededor y se dan más en personas con la piel oscura y fototipos altos como el IV. “Son fruto de un exceso de síntesis de melanina, sustancia que da color a la piel, debido al propio proceso de inflamación que produce la cicatriz”, asegura la dermatóloga Edith Sarmiento, quien añadió que es más frecuente que salgan en zonas expuestas al sol, como cara, brazos y manos.
Este tipo de cicatrices necesita de un tratamiento donde se pueden utilizar cremas despigmentantes que llevan hidroquinona o ácido kójico, durante tres meses para luego evaluar el progreso en la piel. La dermatóloga asegura que, este tipo de productos eliminan por reacción química el pigmento y evitan la formación de melanina nueva.
La otra alternativa, aplicando mayor tecnología, es la del láser Q-Switched o de Picosegundos, que permiten romper el pigmento en fragmentos más pequeños que luego son fácilmente absorbidos por el organismo. Son necesarias como mínimo entre 5 a 6 sesiones, todo depende del progreso de cada tratamiento.
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Hipopigmentadas
Se trata de una zona de piel que tiene menos pigmento que la de alrededor, es decir, está más clara. Pueden salir en cualquier parte del cuerpo y son más frecuentes en personas que ya tienen vitíligo. Estas manchas salen por una ausencia de melanocitos y son difíciles de solucionar, su tratamiento pasa por intentar estimular los melanocitos residuales que pueden quedar en la zona para volver a colorearla.
La alternativa de tratamiento para este caso es la aplicación de Láseres Fraccionales que actúan en la cicatriz haciendo micro-columnas de coagulación para inducir la formación de colágeno y elastina nuevos. Son necesarias de 2 a 5 sesiones, depende de que tan profundas sean las manchas.
Otra opción para este tipo de manchas es el Láser B-Clear que produce una luz ultravioleta B que estimula de forma natural el bronceado. Este láser trata de despertar a los pocos melanocitos que quedan para repigmentar la cicatriz. Se necesita como mínimo 10 sesiones.
La doctora nos informa que todavía hay una posibilidad más: las cremas con derivados de prostaglandinas, sustancia que se utiliza normalmente para hacer crecer y oscurecer las pestañas, inducen la síntesis de melanina en la piel.
Queloides y Cicatrices Hipertróficas
Se producen cuando los fibroblastos se pasan de fabricar colágeno y producen más de lo normal, por eso son más frecuentes en las personas jóvenes y de fototipos altos (V y VI). Además, son abultadas, de color rojo o morado, pueden picar o doler y salen con mayor frecuencia en escote, hombros y espalda. Es importante precisar que existe una diferencia entre queloide e hipertrófica.
Las primeras se extienden más allá de la herida inicial. Y las segundas se sitúan únicamente en la zona dónde se ha producido la herida. Para su tratamiento, tenemos el Láser Vascular de Colorante Pulsado y la Luz Pulsada Intensa, que van a coagular los vasos sanguíneos que dan riego excesivo a la cicatriz y a “cortarle el grifo” a los fibroblastos para que dejen de sobreproducir colágeno y elastina.
Otra solución es inyectar corticoides como el 5-fluorouracilo en forma de mesoterapia en la propia cicatriz para producir una “muerte” celular y reducir el volumen que sobra. Son necesarias entre 3 y 5 sesiones. Una alternativa más es llevar puestos durante tres meses parches de silicona en la cicatriz ya que estos producen una presión homogénea y continua sobre ésta que ralentiza la actividad de los fibroblastos.
Atróficas
Son las que se ven hundidas, las menos estéticas, las que más nos incomodan. Se producen como consecuencia de las secuelas que deja un acné o una varicela, normalmente en la cara y la espalda, y por la ausencia de producción de colágeno y elastina, sustancias estructurales de la piel, explica la dermatóloga.
El tratamiento en este caso pasa por tratar de estimular a los fibroblastos que son los que fabrican colágeno y elastina nuevos para que produzcan un “relleno” total o parcial de la cicatriz. Y esto lo consiguen los Láseres de Resurfacing, tanto los ablativos (CO2 y Erbio), como los no ablativos (Infrarrojo). Este tipo de tratamiento producen unas microheridas en la piel que hacen que los fibroblastos se pongan a trabajar a pleno rendimiento para producir colágeno y elastina nuevos. Son necesarias entre como mínimo 3 sesiones, para seguir evaluando.