Zorrito Run Run sufre enfermedades infecciosas contagiadas por perros no vacunados
Únete al canal de Whatsapp de WapaRun Run, el zorrito andino que fue rescatado el pasado 8 de noviembre en el distrito de Comas, ha sido entregado a agentes del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) el último jueves 25 de noviembre para que sea llevado a otro centro especializado donde estudiarán su comportamiento y salud.
Es así que el zorrito Run Run se va del Parque de las Leyendas para continuar con su evaluación. Este establecimiento anunció que se cumplieron todos los procedimientos médicos luego de su rescate.
Run Run se infectó con males contagiosos de perros
Asimismo, Serfor aseguró mediante un comunicado que Run Run presenta enfermedades infecciosas contraídas por perros sin vacunas, lo que pondría en peligro a otros animales silvestres con los que podría interactuar. Además, el zorro andino tiene bajo peso debido a una dieta inadecuada antes de su rescate en el distrito comeño.
"Las afecciones han sido diagnosticadas oportunamente y están siendo tratadas por los profesionales del Parque de las Leyendas. No obstante, esta situación, sumada a su acondicionamiento a los seres humanos y a animales domésticos, haría inviable su reinserción en un ambiente natural por el momento. Esto debido a que es un individuo con un alto riesgo de transmitir enfermedades a las poblaciones de animales silvestres con las que podría interactuar", señaló Serfor en el documento.
Run Run fue trasladado a centro especializado
A la fecha, el zorrito más querido del Perú seguirá en cuarentena; sin embargo, aún no se conoce a qué centro especializado lo llevaron.
Del mismo modo, Serfor recordó a la población que Run Run es una víctima del comercio ilegal de fauna silvestre, que ha sido criado con animales domésticos y bajo la influencia de personas, por lo que está acostumbrado a la presencia de ellos.
Serfor pide no comprar animales silvestres
Por último, Serfor exhorta a la ciudadanía a no comprar animales silvestres de origen ilegal, pues atenta contra nuestro patrimonio cultural, al poner en riesgo la vida silvestre. Muchos de estos ejemplares ya no logran volver a su hábitat natural y están condenados a vivir en cautiverio.