¡Trío de tartas! 3 recetas saladas, nutritivas y fáciles para merendar

Una manera distinta de comer las tartas es haciéndolas un plato salado. Si bien es cierto pueda ser que sean más comunes las presentaciones dulces y de tamaño individual como un postre.

Sin embargo, la propuesta salada provee generalmente más aporte proteínico que las variantes dulces. Lo característico en este tipo de tartas saladas será su presentación abierta para mostrar así los ingredientes y para facilitar su preparación.

Mira los ingredientes necesarios y disfruta preparando en pocos pasos esta alternativa salada de tartas con un gran valor nutritivo.

Ideales para la tarde o media tarde.

- 1 masa base de hojaldre redonda

- 200 g de tomate

- 100 g de calabacín

- 80 g de mozzarella

- 10 g de rúcula

- 40 g de salmón ahumado

- 5 g de piñones tostados (u otro fruto seco)

- Sal

- Pimienta

1. Precalentar el horno a 200 º. Desenrollar la masa y pincharla con un tenedor. Hornear 10’. Si el hojaldre sube mucho por el centro, aplanar un poco con el dorso de una cuchara. 

2. Cortar el tomate y el calabacín en rodajas finas y salpimentar.

3. Repartir el tomate, el calabacín y la mozzarella.

4. Hornear otros 10’.

5. Añadir el salmón, la rúcula y los piñones tostados u otro fruto seco a elección.

- 1 masa base de hojaldre redonda

- 196 ml (1 brik peq.) de leche evaporada

- 150 g de quinoa

- 200 g de pulpa de calabaza

- 100 g (1/2) de calabacín

- 100 g de cebolla tierna

- 2 dientes de ajo

- 2 ramitas de perejil fresco

- 2 ramitas de menta fresca

- 2 huevos

- 30 g de almendras molidas

- 2 cucharadas de aceite de oliva

- 25 g (1 cucharada) de mantequilla

- Sal

- Pimienta

- 1 pizca de nuez moscada

1. Enjuagar la quinoa en un colador fino hasta que el agua salga clara. Escurrir e introducir en una olla con el doble de su volumen en agua y un poco de sal. Llevar a ebullición, tapar y cocinar a fuego lento hasta que el agua sea absorbida, durante unos 15-18 minutos. Reservar.

2. Pelar y cortar la calabaza en trozos pequeños. Lavar y cortar el calabacín en rodajas finas. Pelar y picar los ajos y la cebolla finamente. En una sartén calentar el aceite y sofreír los ajos y la cebolla unos 10 minutos. Añadir el calabacín y la calabaza y saltear durante 3-4 minutos.

3. Forrar un molde de tarta desmontable con la masa de hojaldre, rellenarlo con la quinoa y las verduras. Batir los huevos, añadir la leche evaporada, la almendra, las hierbas aromáticas, sal, pimienta y nuez moscada y remover bien. Verter dentro de la tarta y cocer en el horno, precalentado a 180ºC, durante 30 minutos.

- 1 masa base de hojaldre rectangular

- 60 g (3 cucharadas) de tomate frito estilo casero

- 4 cucharadas de Jugo

- 400 g de calabacín

- 200 g de guisantes frescos o congelados

- 300 g de puerros

- 100 g de queso de cabra tipo rulo

- 1 ramita de albahaca fresca

- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

- 20 g de mantequilla

- Pimienta

1. Cortar el puerro en rodajas finas. En una sartén derretir la mantequilla, añadir el puerro y rehogar durante 15 minutos, tapado, a fuego suave. Cortar el calabacín en rodajas.

2. Extender la masa de hojaldre base sobre la placa de horno con su mismo papel del envoltorio en la base. Extender por encima el tomate frito, luego el puerro y las rodajas de calabacín. Agregar los guisantes y el queso de cabra desmenuzado, condimentar con pimienta y rociar con el jugo aderezo.

3. Añadir un chorrito de aceite de oliva e introducir en el horno precalentado a 200ºC. Cocer durante 25 minutos hasta que esté dorada. Decorar con unas hojas de albahaca y servir.

Ahora ya tienes 3 nuevas recetas para hacer de tus tartas una versión salada y llena de beneficios nutricionales. Disfruta en compañía o prepárala para degustar lo que pueden hacer tus manos. ¡Provecho!