Madrastra e hijastro tendrán su segundo bebé: la historia de un amor prohibido

Marina Balmasheva estuvo, hasta hace poco, casada con un padre de familia, criando juntos al más pequeño de la casa: Vladimir Shavyrin. Sin embargo, nadie se imaginó que la madrastra y el hijastro terminarían enamorándose. La historia es de lo más comentado esta semana en redes sociales.

Actualmente, ella tiene 37 años y él 23, se casaron, tuvieron una hija y ahora esperan su segundo bebé. Pero la historia se remonta a unos años, porque María y Vladimir mantuvieron una relación a escondidas de Alexey Shavyrin, en su natal Rusia.

El matrimonio de María y Alexey fue, al inicio, color de rosas. Ella se enfocó a cuidar a los niños de él, entre ellos Vladimir.

Por ello, Alexey acusa a su ex de seducir a su hijo cuando él acudía a la universidad y se quedaba en casa en las vacaciones.

"Ella sedujo a mi hijo (…) Él no había tenido novia antes de ella. No fueron tímidos para tener sexo mientras yo estaba en casa. Hubiera perdonado su engaño, si no fuera porque es mi hijo", dijo Alexey para The Mirror.

Cuenta que ella corría hacia la cama de su hijo para tener sexo cuando él descansaba. “Después de eso, ella regresaba y se acostaba en la cama conmigo como si nada hubiera pasado”, agregó.

Según Marina, su matrimonio anterior era una farsa. “¿Me arrepiento de haber destruido a la familia? Tanto sí como no”, se preguntó y se respondió a sí misma.

Sin embargo, fue enfática en señalar que nunca consideró volver con su ex. “¿Siento ira y odio hacia él? Ya no más. Es una buena persona y un padre maravilloso para nuestros hijos”, destacó.

Marina, quien supera los 600,000 seguidores, sostiene que su nueva relación tiene como piedra angular la sinceridad.

Y es que la exmadrastra y el hijastro ya tienen una hija, de apenas 20 meses, que nació luego de la separación con su exesposo.

Ahora nuevamente embarazada, Marina considera que Vladimir es el hombre más encantador del mundo y pone punto aparte a su situación laboral, ya que tiene un trabajo con baja remuneración.

Pero Marina también contribuye a la casa, con las ganancias generadas en sus redes sociales exponiendo la historia de su nueva familia.

Aunque muchas personas le aconsejan que use maquillaje y mejore su aspecto debido a la diferencia de edad que tiene con su joven esposo, ella enfatizó que su celulitis es lo que a él le gusta.

“Hay una cosa: se enamoró de mí con todas mis cicatrices, celulitis, exceso de piel y personalidad. Y no quiero parecer mejor de lo que soy”, indicó.